Al menos 25 personas han muerto y otras 70 han resultado heridas este sábado en enfrentamientos entre manifestantes y la milicia Escudo de Libia, que opera con la autorización del Ministerio de Defensa, en la ciudad de Benghazi, en el este del país, según ha informado un médico del Hospital Al Jalaa.
Los residentes de Benghazi han explicado que varias decenas de manifestantes, algunos de ellos armados, se concentraron ante la sede de la brigada Escudo de Libia para solicitar la disolución de las milicias, dos años después de la caída del expresidente Muamar Gadafi.
Tras varias horas de enfrentamientos, efectivos de las fuerzas especiales del Ejército llegaron a la zona y tomaron la sede de la milicia. Cinco soldados han muerto en la operación, según fuentes militares.
"Un grupo de manifestantes comenzó a protestar contra la presencia de milicias. Pedían la disolución de los grupos y la reconstrucción del Ejército", ha declarado un residente de Benghazi que no ha querido ser identificado. "Cuando me marchaba vi a los manifestantes lanzando piedras y la otra parte respondió", ha añadido.
Un reportero de la agencia de noticias Reuters en el lugar de los hechos ha informado de que ha escuchado varios disparos y ha podido contar una decena de personas heridas que estaban siendo trasladadas en ambulancia.
"La gente se manifiesta porque cree que las milicias van contra la estabilidad en Libia. Ésta sólo puede lograrse a través de una Policía y un Ejército adecuados", ha afirmado el activista Ahmed Belashar. Ningún miembro de la brigada Escudo de Libia ha efectuado comentarios al respecto.
La brigada Escudo de Libia está compuesta por antiguos combatientes rebeldes que dicen estar alineados con el Ministerio de Defensa. Un portavoz de la sala de seguridad de Defensa e Interior ha anunciado que un grupo de las fuerzas especiales del Ejército libio se encuentra en la zona de los enfrentamientos.
El Gobierno libio intenta imponer su autoridad a un gran número de grupos armados, que normalmente se toman la justicia por su mano. El Ejecutivo ha clausurado aquellas milicias que operaban sin un permiso oficial gubernamental; sin embargo, también ha mostrado su apoyo públicamente a los grupos armados más poderosos, que sí cuentan con licencias oficiales para actuar.