La Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA) ha solicitado este sábado la apertura de una investigación criminal en torno a la filtración de información clasificada sobre la colaboración del Gobierno con empresas privadas para recabar información electrónica de sus usuarios.
El director de Inteligencia Nacional, James Clapper, ha hecho durante la jornada una defensa cerrada del programa de recolección de información y ha criticado duramente lo que ha descrito como "publicaciones imprudentes" de datos clasificados en el programa PRISM.
El objetivo del mismo es recabar información a través del tráfico internacional --aunque también estadounidense-- que pasa por los servidores de estas compañías en correos electrónicos, fotografías, audios y vídeos.
Clapper ha reconocido la existencia del programa y ha argumentado que ha sido definido erróneamente por los medios de comunicación. En este sentido, ha recalcado que el mismo es legal y que se limita a ciudadanos extranjeros.
Según el diario británico 'The Guardian', la (NSA) está reuniendo los datos de millones de clientes de la empresa telefónica Verizon, en virtud de una orden "alto secreto" emitida por el Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Exterior.
La sede judicial ordenó a Verizon que entregue datos electrónicos, incluido el registro de llamadas, "de una forma diaria y continua" hasta el 19 de julio de 2013. La orden abarca cada número de teléfono al que llamaron todos los clientes y la localización, la duración y la frecuencia de las llamadas, pero no el contenido.
La orden obliga expresamente a Verizon a entregar tanto los registros de llamadas nacionales como internacionales y prohíbe que se dé a conocer la existencia de esta decisión. Igualmente, abarca tanto las líneas fijas como las de telefonía móvil.
Por su parte, el diario estadounidense 'The Washington Post' reveló que la NSA y el FBI han accedido a los servidores de nueve empresas de Internet para extraer información útil para Inteligencia sobre objetivos extranjeros, pero también nacionales.
Para ello la NSA y el FBI se han servido del programa PRISM. En el mismo participarían voluntariamente Microsoft, Facebook, Google, Apple, Yahoo, Skype, YouTube, AOL y PalTalk, que ha sido muy útil para el seguimiento de la Primavera Árabe y de la guerra civil siria. Además, el documento secreto apunta a que Dropbox podría sumarse "pronto".