El mulá Hibatullah Akhundzada, el líder supremo de los talibanes, ordenó este miércoles a los funcionarios del Gobierno interino fundamentalista dar orientación a todas las personas que están intentado abandonar el país, poniendo en "riesgo" el islam.
"Los afganos que abandonen el país rumbo a occidente se enfrentarán allí a problemas morales y humanitarios, que incluyen complejas situaciones de viaje, y la participación en programas sesgados que ponen en peligro sus creencias, su moral y sus valores espirituales", dijo en un comunicado Akhundzada.
Por ello el líder supremo de los talibanes ordenó a los gobernadores provinciales, funcionarios relevantes, y eruditos religiosos que se reúnan directamente con los afganos que intentan irse y escuchen sus problemas y les ayuden a encontrar las soluciones.
El líder supremo también pidió, según el escrito, más esfuerzos por las medidas de seguridad a fin de que nadie tenga la oportunidad de intimidar a otros, garantizando especialmente la seguridad de empresarios y comerciantes.
La declaración escrita se refirió a la supuesta situación de algunos afganos que se vieron forzados a difamar al islam y al sistema islámico, así como a elaborar documentos falsos para recibir permisos de residencia.
El éxodo que comenzó con la llegada de los talibanes al poder, el pasado 15 de agosto, implicó la salida de decenas de miles de personas, preocupadas por el regreso del régimen de los islamistas.
Esto incluyó miles de jóvenes profesionales, intelectuales, artistas, periodistas, y miembros activos de la sociedad civil, que salieron de Kabul en los vuelos de evacuación de las fuerzas internacionales.
El líder talibán lamentó esta salida masiva de talentos que, dijo, podrían estar ayudando a reconstruir el país.
"En lugar de invertir el mérito profesional en el bienestar y desarrollo del país, muchos de ellos hacen allí (en los países occidentales) trabajos ordinarios y hasta humillantes”, indicó.
Aunque Estados Unidos, junto a los países aliados, logró evacuar a unas 120.000 personas en las dos semanas siguientes a victoria de los talibanes en la guerra y su llegada al poder, algunas organizaciones civiles han asegurado que otros miles siguen buscando maneras de salir de Afganistán.