El ministro alemán del Interior, Horst Seehofer, afirmó que la presión migratoria sobre Alemania y Europa sigue siendo elevada y en ese sentido mostró su disposición a intensificar, en caso necesario, los controles fronterizos.
En una entrevista que publica la edición dominical del "Bild", el ministro señaló que Alemania está experimentando en la actualidad una llegada de migrantes irregulares "por diversas rutas" y apeló a estar muy alertas, porque "la presión migratoria sobre Alemania y Europa sigue siendo elevada".
Son las ya conocidas rutas desde Grecia a través de los Balcanes Occidentales, la del Mediterráneo por Italia y desde hace algunos meses cada vez más la del este desde Bielorrusia y Polonia, dijo, y agregó que también en Turquía está aumentando el número de refugiados.
Señaló que Alemania ya ha intensificado la protección en la frontera germano-polaca con alrededor de 800 policías operativos día y noche y agregó, que en caso necesario, está dispuesto a intensificarla aún más.
Respecto al muro que construye Polonia en la zona limítrofe con Bielorrusia, Seehofer afirmó que es "legítimo" proteger las fronteras exteriores de tal manera que se eviten "cruces fronterizos no identificados" en la frontera terrestre.
"El que quiere ingresar tiene que cumplir los requisitos, y eso debe ser controlado", dijo.
Dentro de Europa, a ser posible. no debería haber más controles fronterizos, agregó, "pero eso sólo es posible si funciona la vigilancia de las fronteras exteriores".
Precisó que la semana pasada se comunicó a Bruselas la prolongación por otros seis meses de los controles en la frontera germano-austriaca.
En este sentido indicó que si la situación en la frontera germano-polaca no se relaja "habrá que pensar si hay que dar el mismo paso en consenso con Polonia y el estado federado de Brandeburgo.
Por otra parte, señaló que desde Grecia se están registrando muchas entradas no autorizadas por vía aérea y añadió que si este país no impide de forma más efectiva la migración secundaria hacia Alemania, habrá que reaccionar "a nivel nacional".
Eso podría traducirse en controles en los aeropuertos y en el rechazo de aquellos que no tiene derecho a ingresar, precisó.
Indicó que la Oficina Federal para Migración y Refugiados (BAMF) debe tramitar actualmente alrededor de 34.800 solicitudes de asilo de personas con derecho reconocido a protección, mientras que desde Bielorrusia y Polonia se detectaron este año ya 6.162 ingresos irregulares.
A ellos se suma la llegada de ciudadanos afganos que fueron evacuados a otros estados comunitarios tras la caída de Kabul a mano de los talibanes.