La nueva regulación del sector de las apuestas y juegos de azar 'online' en España “es un paso hacia delante, pero no es suficiente”, ha valorado Alejandro Torre, portavoz de Málaga Contra las Casas de Apuestas. La norma enteró en vigor en su totalidad el paso 31 de agosto, en un intento de
disminuir el bombardeo de esta publicidad hacia público potencialmente vulnerable.
A Lander Ruiz, jugador en rehabilitación, los anuncios le atraparon: “A veces nos acribillan con tanta publicidad que es imposible desviar la atención. Yo no era jugador de juegos online y llegué a serlo”. Ahora está en la Asociación Amalajer para escribir un nuevo futuro: “Es muy difícil, pero tienes que luchar cada día con eso y seguir adelante. Intentar normalizar tu vida. A mí el juego casi me
destruye la vida, pero a día de hoy estoy
luchando por salvarme”.
La nueva normativa solo permite la publicidad audiovisual de 1:00 a 5:00 de la madrugada. En el deporte, los clubes no podrán firmar
contratos de patrocinio con casas de apuestas que implique llevar publicidad de juegos de azar en equipaciones.
Desde las asociaciones aplauden la medida, pero les suscita muchas dudas: “De una a cinco de la madrugada
hay muchos programas deportivos, que ven muchos jóvenes y donde el bombardeo de casas de apuestas va a seguir vigente”.
Otro de los cambios es en internet. En webs, redes sociales, mail o correo postal solo se permitirá cuando haya
consentimiento del receptor. “Aquí la norma es más permisiva”, considera Torre, entendiendo que “ser un cliente verificado es ser un cliente potencialmente adictivo”.
Tampoco se podrán utilizar la
imagen de personajes famosos, reales o ficticios en la publicidad del juego; y se incluye el control parental en internet con mecanismos de bloqueo de anuncios.
“Se han hecho grandes esfuerzos, pero es el momento de que los colectivos y los afectados achuchemos, de que no nos conformemos y entandamos que hay que
erradicar la publicidad”, ha insistido el portavoz.
No hay conciencia social
A raíz de estas limitaciones, los expertos alertan de la falta de conciencia social y apelan a la prevención y mayor regulación. “No se identifica tanto la adicción con el juego”, ha incidido Raquel Castro, psicóloga de Amalajer: “Se está
normalizando mucho como una opción de ocio, no se tiene una conciencia social sobre que esto es un problema, una enfermedad y un
comportamiento de riesgo”.
Infringir alguna de las nuevas normas supondrá
multas que varían entre los 100.000 euros y un millón de euros, además de la suspensión de la actividad en España durante un máximo de seis meses.