Rebaja de pena para el hombre que asesinó a bocajarro a un conocido con el que quedó en Marbella en el 2017 para hablar sobre un asunto de venta de drogas
El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha rebajado la pena a un hombre que asesinó a bocajarro a un conocido con el que quedó en Marbella en el 2017 para hablar sobre un asunto de venta de drogas.
La Sala de lo Civil y Penal del TSJA no considera probado que el procesado fuera un sicario ya que "son muchas las hipótesis imaginables y no hay ningún elemento de convicción que apunte a dar por probado que se hubiese ofrecido una recompensa al acusado por su acción".
Debido a ello, estima el recurso de apelación formulado por la representación del encausado, de 50 años y nacionalidad danesa, y solo revoca la sentencia para rebajar la pena de asesinato, pero mantiene el delito de tenencia ilícita de armas y hurto.
El asesinato fue cometido el 15 de marzo del 2017 después de que el acusado y la víctima quedaran para verse en una cafetería de Marbella para tratar un asunto relacionado con la venta de hachís.
El procesado y la víctima se fueron en una motocicleta que conducía el segundo pero tras un breve recorrido, al ver que algo pasaba en la rueda delantera, frenó y se agachó para ver qué pasaba, sin apearse ninguno de los dos.
El acusado aprovechó ese momento, en el que la postura de la víctima dejaba al descubierto el cuello, para sacar un arma tipo semiautomática y, colocando el cañón en la nuca, le disparó a bocajarro, provocando de forma instantánea la muerte al destruirle los centros vitales encefálicos.
Una vez se produjo el disparo, la víctima cayó al suelo junto a la moto y el acusado, que, además, no tenía licencia para llevar armas de fuego, huyó del lugar llevándose los objetos que tenía el fallecido.
El Tribunal consideró probado que fue un ataque sorpresivo, por la espalda, de noche y en un lugar apartado desde el asiento trasero de la mencionada motocicleta por lo que le disparó "desde escasos centímetros, asegurando el resultado de la acción y sin otorgar la más mínima posibilidad de defensa al atacado".
Durante el juicio, el acusado negó ser el autor del crimen y aseguró que fueron otras tres personas que él no conocía los que cometieron el asesinato pero que no llamó a la Policía por miedo, extremo que no compartió los miembros del jurado que lo consideraron culpable por unanimidad.