El tiempo en: Antequera

Málaga

El Málaga vuelve al 'infierno' tras 25 años en el fútbol profesional

Consumó su descenso a la Primera RFEF y vuelve así al 'infierno' después de veinticinco años en el fútbol profesional con su derrota ante el Alavés

Publicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai
  • Alavés - Málaga. -

El Málaga, tras una pésima temporada y varias más jugando con fuego víctima de la crisis institucional del club, entre otros motivos, consumó su descenso a la Primera RFEF y vuelve así al 'infierno' después de veinticinco años en el fútbol profesional con su derrota de este sábado en la penúltima jornada de LaLiga SmartBank ante el Alavés (2-1).



Ha sido un cuarto de siglo en el que el club malagueño ha vivido distintas vicisitudes como el ascenso de la antigua Segunda B a Segunda, con el técnico Ismael Díaz en la dirección, u otro aún más sonado y reclamado por su fiel afición, desde la categoría de plata a Primera División en la campaña 1998-99 y con el ya fallecido Joaquín Peiró en el banquillo.



A partir de ahí, con excelentes jugadores, estuvo siete temporadas seguidas en Primera (1999-2006), se proclamó campeón de la antigua Copa Intertoto, llegó a cuartos de final de la extinta Copa de la UEFA, volvió a descender a Segunda, cambió de presidente, dejando su carrera profesional Fernando Sanz, para rehabilitar a un club en decadencia económica.

Otro ascenso más a la máxima categoría, en 2008, y dos años después el propio Sanz alcanzó un acuerdo para su venta al todavía propietario del Málaga, el jeque qataría Abdullah Al Thani, con el que el club se convirtió en un 'nuevo rico', con el tercer presupuesto tras Real Madrid y Barcelona, algo que no duró mucho, pero que conllevó su clasificación para la Liga de Campeones.

Fue en 2012 cuando con el actual técnico del Betis, el chileno Manuel Pellegrini, el Málaga da la vuelta al mundo, con la clasificación para cuartos de final de la Liga de Campeones y en el recuerdo aquel famoso y polémico partido contra el Borussia de Dormunt en tierras alemanas, donde un último gol del conjunto teutón en fuera de juego le dejaba eliminado.

Los sinsabores comenzaron a aparecer en un club de barro, sin sustento, con su propietario desaparecido, sancionado por la UEFA, a punto de iniciar otra marcha del fútbol y que desembocó hace cinco temporadas en el descenso a Segunda División.

Prácticamente era la puntilla para un Málaga desgobernado, con un presidente y propietario metido a labores técnicas, y con graves problemas económicos que dieron definitivamente la cara el 20 de febrero de 2020, cuando fue intervenido el club tras la demanda de la Asociación de Pequeños Accionistas del Málaga (APA) por presuntos delitos financieros de Al Thani y su familia, que fue admitida a trámite por el Juzgado de Instrucción número 14 de Málaga.

Desde ese momento, el Málaga pasó a ser dirigido por un administrador judicial, quien en sus dos primeras temporadas se dedicó a poner en orden la economía de la entidad, maltrecha y rota, y a intentar con escasos recursos armar un equipo para una permanencia en Segunda que finalmente consiguió.

Pero los problemas, con Manolo Gaspar como director deportivo, empezaron hace dos campañas, cuando el presupuesto fue mucho más elevado y después de tres entrenadores, José Alberto López, Nacho González y el argentino Pablo Guede, se salvó del descenso en la penúltima jornada por el desmérito de sus rivales.

El aviso pululaba en las altas esferas del Málaga. Ampliaron el presupuesto, contrataron a jugadores contrastados, pero ni Pablo Guede, destituido en la sexta jornada, ni luego Pepe Mel ni el el actual técnico, Sergio Pellicer, lograron enderezar el rumbo.

El Málaga entró en barrena en la cuarta jornada cuando pisó por primera vez la zona de descenso, de la que no salió en toda la campaña, aunque tuvo oportunidades de acercarse a la permanencia, pero desaprovechó con resultados inesperados lo que podría haber sido un milagro.

Ahora, con su fiel afición enfadada y destrozada, urge reconducir el futuro del club en una categoría como la Primera RFEF, de donde no es fácil salir, además de que los futbolistas que queden para luchar por el retorno al fútbol profesional tendrán que conocer los campos de equipos semiprofesionales y con un entrenador que conozca y sepa lo que es el fútbol de a pie. 

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN