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Málaga CF - Tenerife: un regalo que nadie pidió (1-1)

El conjunto malagueño tan solo pudo sacar un empate con un gol de Rubén Castro a falta de diez minutos tras el tanto de Shashoua que evitó la alegría

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  • El Málaga no pudo concretar la remontada. -

El fútbol es tan inexplicable que hasta el Tenerife, que había sobrevivido al control del Málaga en la primera parte, se encontró un gol en una jugada aislada casi sin darse cuenta. Aquello fue para ellos como encontrarse un billete mientras vas silbando por la calle en un día de niebla. Porque este deporte va de chispazos, de aprovechar tú antes que el otro.

Y por eso el Málaga se fue con cara de póker, porque era un partido para ganarlo y no pudo más que sacarse un punto por una maravilla de Rubén Castro. No era esto a lo que venían los más de 21.000 malaguistas, no era esto lo que habían pedido a los Reyes los más pequeños. Pero esto, un empate que deja la permanencia a cuatro puntos, es lo que hay.

El equipo estuvo dirigido por el segundo espada, un Nacho Pérez que sustituyó en el banquillo al expulsado por roja directa Pepe Mel, que tampoco estará en Eibar la semana próxima. Desde las sombras propuso un plan parecido al último partido en La Rosaleda, el 1-0 ante el Alavés, con los mismos hombres sobre el verde cambiando al sancionado Esteban Burgos por el recuperado Juande. La ocasión de Rubén Castro no tardó en llegar, diez minutos de control de la situación y un remate que fue flojo a las manos del exmalaguista Juan Soriano.

Así tenía que salir y así salió: crecido, confiado, con la energía recargada del parón navideño y con un Aleix Febas descomunal. Omnipresente, valiente, descarado, jugón entre líneas. De sus botas el fútbol sucedía, y en ello aportaban mucho Jozabed y Fran Villalba como interiores.

El Málaga estaba encontrando la verticalidad, sobre todo por la banda de Ramalho y Esteban Burgos, pero faltaba esa pizca de precisión en el final de las jugadas. El Tenerife estaba demasiado incómodo, y su incapacidad para generar lo más mínimo había que aprovecharla.

Un robo de balón de Fran Villalba ocasionó la mejor oportunidad de la primera parte: el centro del propio mediapunta fue a parar a Rubén Castro, que disparó raso. El gol parecía cantado, pero lo sacó en la línea Sipcic. Así, con la miel del gol en los labios marcharon los de Nacho Pérez a vestuarios.

Tras la parada en boxes, Álex Gallar fue el primer cambio y hubo cambio de dibujo a un 4-4-2 con el catalán en banda y Chavarría y Castro en punta. Aunque el que empezó mejor fue el conjunto de Luis Miguel Ramis, martilleando por los costados ayudado por la entrada del desequilibrante Shashoua. Tuvo un par de acercamientos el Tenerife y de ahí, el testigo para el Málaga.

Sobraba posesión y faltaban chispas, ocasiones, fuego real y no fogueo. Entró Julián Delmás, único fichaje hasta el momento en el mercado invernal, y se gestó la profundidad. Gallar estuvo cerca de colar un disparo al primer palo y Fran Villalba se meter un golazo que se excedió del larguero. Pero al instante esperaba una pesadilla.

El Tenerife, que solo había llegado con peligro al inicio de la segunda parte, logró avanzar en el costado izquierdo y sorprender con un gran pase desde la línea de fondo que Shashoua remató y celebró con ayuda del larguero (0-1, minuto 75). Sentó como un barreño de agua helada.

La afición pitó al equipo ante su bloqueo mental. “¡Manolo Gaspar, vete ya!”, empezó a sonar. Y en ese instante llegó el gol de Rubén Castro que fue anulado, en primera instancia, y dado por bueno tras minutos de taquicardia por el VAR. El disparo desde la frontal del canario fue argumento para creer (1-1, minuto 86’).

El partido dio un vuelco y el Málaga se echó hacia delante a buscar el milagro, sin tiempo de maniobra: siete minutos de añadido para la épica. La noche se quedó hueca con el remate de semichilena de Fran Sol en la última jugada. Nada que celebrar. Un punto que sabe a poco y la permanencia queda ahora más lejos por la victoria de la Ponferradina.

Ficha técnica:

Málaga FC: Yáñez, Javi Jiménez, Escassi, Juande, Ramalho (Delmás, 64’); Genaro (Gallar, 46’), Jozabed (Luis Muñoz, 81’), Febas (Loren, 81'), Villalba, Chavarría (Fran Sol, 81’) y Rubén Castro.

CD Tenerife: Juan Soriano; Nacho, Šipčić, Sergio González, Mellot; Romero (Buñuel, 82’), José Ángel (Alonso, 63’), Aitor Sanz, Teto (Shashoua, 46’) ; Enric Gallego (Garcés, 63’) y Elady (Mo Dauda, 73’).

Goles: 0-1, Shashoua (min. 75). 1-1, Rubén Castro (min. 86).

Árbitro: González Esteban. Amonestó con amarilla a Genaro y Escassi del Málaga y a Enric Gallego, José Ángel, Ivan Romero, Aitor Sanz y Juan Soriano del Tenerife.

Incidencias: Partido de la jornada 22 de LaLiga Smartbank celebrado en el Estadio de La Rosaleda ante 21.256 espectadores (segunda mejor entrada de la temporada).

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