El puente, el buen clima y el adiós a las restricciones han sido agua de mayo para el sector hotelero en Málaga. Nunca mejor dicho. Este mes cerrará con buenas cifras de ocupación, ya que se ha alcanzado e incluso superado el dato de 2019, cuando el Covid-19 aún no existía. El 78,74% de ocupación de este 2022 es un impulso, preparativo para el verano que viene.
Sin embargo, las previsiones para los meses de junio, julio y agosto aún están por debajo de lo esperado, aseguran desde Aehcos. El presidente de la patronal, José Luque, ha admitido que quieren ser optimistas: "Suponemos que finalmente las cifras de ocupación serán muy parecidas o ligeramente inferiores a las de 2019, porque parece que los turistas han modificado sus hábitos y las reservas son ahora más tardías".
Así, las primeras estimaciones apuntan a que junio cerrará con un 78,53% frente al 83,78% de 2019, aunque con un crecimiento de la presencia internacional hasta el 70%. Por su parte, para julio, un mes plenamente vacacional, se prevé una ocupación similar a la de junio: un 78,79% frente al 84,20% de 2019.
¿Y en agosto, el mes vacacional por excelencia? De momento, estiman que la situación será "preocupante", ya que solo se prevé una ocupación de 77,27% frente al 89,73% alcanzado antes del año de referencia.
El vaso medio lleno
En cuanto a los destinos, Aehcos observa poca variación entre junio y julio. En agosto sí repuntan algunos municipios como Benalmádena, Fuengirola, Marbella, y la capital, que rondan el 80% de ocupación y el algunos casos se sitúan por encima, llegando al 83,60% como es el caso de Fuengirola. Los destinos más demandados por los turistas durante este mes han sido Málaga (87,42%), Benalmádena (81,27%), Fuengirola (81,11%), Antequera (78,61%) y Marbella (76,92%).
La clave para saber si Málaga ha recuperado la normalidad, han añadido desde el Comité Ejecutivo, estará en el último trimestre del año. El otoño será determinante para conocer cómo se cerrará 2022. En principio, todo apunta a que el cierre del año va a estar alrededor de un 6-7% por debajo de 2019, pero existen variables que aún arrojan cierta incertidumbre sobre el sector. Sin ir más lejos, la invasión rusa en Ucrania "puede marcar las preferencias de los destinos en los viajes", asegura Luque.
El balón de oxígeno para el sector hotelero es la creciente llegada de los turistas internacionales y la recuperación de los tradicionales mercados europeos, "con una importante demanda, dado que ya en junio la cifra alcanza el 70% de turistas internacionales".
