Si todo va según lo previsto, la campaña de vacunación contra el Covid-19 en Andalucía entrará en velocidad de crucero justamente en una semana, a partir del 31 de mayo. Una fecha que marcará un punto de inflexión con un aumento significativo de la llegada dosis de Pfizer y Janssen a partir del mes de junio. Así se recoge en el Plan de Vacunación 1.000.000 por Semana elaborado por la Junta a partir de las previsiones facilitadas por el Ministerio de Sanidad, que en el caso del Área Sanitaria de Jerez, Costa Noroeste y Sierra de Cádiz se traducirá en la administración de hasta 53.480 dosis semanales, a razón de 7.640 diarias, si se cumplen estas previsiones, que están expensas de la recepción de las dosis de las citadas farmacéuticas.
Se trata de una cifra notablemente superior a la de los sueros que se están inyectando desde febrero y que supondría tener Ifeca y el pabellón Antonio Vega Veguita, el segundo punto de vacunación masivo habilitado en Jerez esta última semana, al 100% de su capacidad, dado que el primero, al que se accede únicamente en coche, tiene capacidad para 4.123 vacunas, a las que hay que añadir las casi 3.000 del Vega Veguita, donde ahora mismo sólo funcionan cinco de los diez puntos habilitados. A nivel provincial serán en total 147.000 dosis las que se inyecten semanalmente. Así, a las 53.480 del Área de Jerez, se sumarán 59.990 semanales de la Bahía de Cádiz-La Janda y 33.600 en el Campo de Gibraltar. Si se cumplen los pronósticos, la inmunización de la población en Andalucía dará un paso de gigantes, y el 89% de los andaluces tendrían que estar vacunados (con las dos dosis o la monodosis de Janssen) para el 1 de agosto, según la proyección realizada para los próximos meses. Eso sí, en el Plan de Vacunación 1.000.000 por Semana también se especifica que la consecución de este objetivo puede verse favorecido si la citación para la vacunación en personas de 16 a 40 años se realiza “a discreción”, es decir, “sin orden de edad, por orden de solicitud por los canales establecidos habituales”. Y hablando de los 40 años, en el Pabellón Vega Veguita de Jerez “ya estamos deseando empezar con los de los 40. La verdad es que va muy rápido, al principio parecía que no íbamos a acabar nunca con los de los 80 años y, mira, ya estamos casi en la final de la década de los 50. Ojalá esté todo el mundo vacunado ya de aquí al verano”.
Teresa es la coordinadora del Plan de Vacunación en este espacio y reconoce que ahora sí ve “más cerca” el final del túnel. Ella ya ha pasado por Ifeca, y ahora coordina la labor de los nueve equipos de atención primaria de cada centro de salud, más los auxiliares. El balance de la primera semana no puede ser más positivo. “La experiencia está siendo buenísima, la gente viene muy contenta. Están respondiendo bien y de los que estaban citados ha faltado poquísima gente y casi siempre por algún motivo justificado y se le ha dado cita para otro día”, explica. A diferencia de Ifeca, el acceso es a pie, y por lo general las personas citadas no tienen que esperar cola, ya que, como ocurre en Ifeca con los vehículos, todo está muy medido. Si se genera alguna concentración de personas suele ser a primera hora, porque los ciudadanos lleguen antes de la hora a la que han sido citados, ya que aunque se les pide que vengan a la hora asignada,”la mayoría se vienen con mucho tiempo y eso genera alguna aglomeración, pero enseguida se queda la entrada libre y se va entrando de forma fluida y ordenada”, aclara.
Acudir sin acompañante
La dinámica es rápida: las personas citadas (sin acompañantes salvo que sean dependientes), aguardan fuera y una vez que acceden se les atiende en la entrada donde se confirman los datos y se les dice la línea a la que se tienen que dirigir. Allí se les hace una pequeña entrevista para ver su historial clínico por si tiene alguna contraindicación para la vacuna, dado que “nadie se va a poner una vacuna sin haberse comprobado antes todo”, incide la coordinadora. A continuación les da la segunda cita, si la vacuna es de dos dosis, y unas recomendaciones. Luego pasan al punto en el que se les inyecta la dosis. Tras el pinchazo, deberán esperar quince minutos o treinta, en caso de alergia en un espacio habilitado para luego dirigirse a la salida del circuito, perfectamente señalizada.
Pina d’Ambrosio, de 55 años y de nacionalidad venezolana, está entre las personas que aguardan en la zona de observación tras haberse puesto la vacuna. Cuenta que no han sido ni cinco minutos y está “contenta” porque trabaja cuidando a una señora mayor y no creía que iba a estar camino de la inmunización tan pronto. Llegó a Jerez en mayo de 2019 con su hijo de 22 años para empezar de cero. Eligió esta ciudad por un familiar de su ex marido y aunque lleva poco tiempo y la mayor parte de su estancia le ha coincidido con la pandemia, Pina siente “que he vivido aquí toda la vida”. En su país, ni siquiera han empezado a vacunar. “Mi familia está fatal, los del Gobierno sí se han vacunado, pero a los ciudadanos no”, señala. Miguel Ángel Benítez, de 55 años, está sentado a pocos metros. Lo han llamado hace tres horas para darle cita. Respira más tranquilo. A su mujer la vacunan el martes. Su hijo es autista y pasó el Covid con su hermano, pero afortunadamente fueron asintomáticos y todo quedó en un susto. Ahora a partir del martes, su casa será por fin un hogar libre de coronavirus.
