La Marea Violeta se ha concentrado en la noche de este lunes ante las puertas de la sede de la Audiencia Provincial para sumarse a las movilizaciones convocadas a nivel nacional para protestar contra la sentencia relacionada con el caso de la “manada de Manresa”, en la que el juez no ha visto “agresión sexual” en los hechos denunciados.
“Una vez más la justicia nos ha fallado al ponerse del lado de los violadores, de los agresores, y no, como debería siempre ser, de parte de la víctima”, apuntaron ayer en el manifiesto leído en la concentración. En su opinión, la joven denunciante -una menor de 14 años-, “no sólo ha sufrido una violación en grupo, sino también la humillación de las instituciones y de las leyes” a raíz de la sentencia.
El colectivo feminista lamenta que la Justicia no vea agresión sexual en los sucesos acaecidos en Manresa. “A los jueces no les parece agresión, que cinco hombres se lleven a una niña de 14 años a una fábrica abandonada. A los jueces no les parece agresión que cuatro de ellos la violen por turnos mientras ella está inconsciente, sin medios para resistirse o pedir ayuda; y tampoco les parece suficiente que uno de ellos se dedicara a masturbarse mientras observaba como sus compañeros violaban, en lugar de detener esa barbarie o de pedir ayuda”. En este sentido, vuelven a reclamar que no quede “a la libre interpretación de los jueces si una relación sin consentimiento es o no violación”.
"Pero no nos quedamos ahí -apuntaron en su manifiesto-, no nos dejemos engañar por quienes solo ven soluciones en leyes más duras; necesitamos profesionales feministas, formadas, conscientes y comprometidas, en educación, en sanidad, en la administración, en la justicia y en las fuerzas de seguridad. Necesitamos que la ley integral contra la violencia de género integre todas las violencias machistas y no sólo las que se dan en la pareja o expareja, que nos viole un desconocido es también violencia machista. Necesitamos protocolos anti agresiones en las fiestas que cuenten con nosotras y nos empoderen. Necesitamos educación sexual en el sistema educativo, que hable de anticoncepción, pero también de placer, deseo, iniciativa, consentimiento. Y sabemos que todas estas medidas serán insuficientes si no van acompañadas de cambios estructurales, culturales, sociales, económicos, que erradiquen las desigualdades de un sistema patriarcal, racista y depredador".
