La familia de Marcos Carribero, el niño jerezano aquejado de una cardiopatía congénita, prosigue su incansable lucha y necesita que las administraciones y los ciudadanos le echen un cable. Cuatro años después de ser intervenido en Boston gracias a la solidaridad de su ciudad, el pequeño, que ya tiene 12 años, tiene que volver a tratarse en el hospital especializado de Estados Unidos para revisar su delicado corazón con unas técnicas que solo se dan en este centro. Sin embargo, en estos momentos la familia no puede asumir el coste de la intervención, a la que tampoco quieren ni pueden renunciar para que el estado del menor no se resienta.
Tras muchas cartas remitidas a la Junta lo único que han conseguido es que les deriven al Hospital de Reina Sofía, en Córdoba, donde los médicos le han trasladado que son especialistas en trasplantes pero no en la dolencia de Marcos. Sin embargo, acaban de conocer el caso de una paciente de Aragón a la que la Junta de Aragón sí ha enviado a Bostón para hacerle la misma operación, por lo que no se explican qué tiene que ocurrir para que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) responda.
Por esta razón, han convocado a los ciudadanos a una concentración pacífica este sábado a las 12 en la Plaza del Arenal para pedir apoyo para esta nueva batalla.