Este estudio, realizado por Circe entre el 2007 y 2009, recibió un premio hace unos días
La asociación Conservación, Información y Estudio sobre Cetáceos (Circe), aprovechando el Congreso anual de la Sociedad Europea de Cetáceos, ha presentado los resultados del proyecto para la Conservación del Calderón común en el Mediterráneo.
Este proyecto de investigación se está desarrollando entre los años 2007 y 2009, y tiene como objetivo estudiar los efectos que causó la epidemia de morbillivirus en la Población de calderón común del Mediterráneo y el Estrecho de Gibraltar durante el invierno 2006-2007.
Se trata de un proyecto que está siendo financiado por la Fundación Biodiversidad dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, la Fundación Loro Parque y Cepsa. En este ambicioso proyecto participan también las entidades ANSE, en la Región de Murcia, Alnitak en la costa Almeriense, y EIBE, en la costa del Golfo de Vizcaya.
El congreso, que se ha desarrollado entre los días 1 y 4 de marzo a las orillas del Estrecho del Bósforo, en Estambul, congregó unos 440 expertos en cetáceos de 49 países. Durante la ponencia llevada a cabo por la investigadora Pauline Gauffier, se presentaron los primeros resultados sobre una mortandad debido a una enfermedad en una población de cetáceos, que posteriormente fue premiada con uno de los premios a la mejor presentación del congreso.
Durante el invierno de 2006-2007, en las costas de Andalucía y Murcia, así como Islas Baleares y Comunidad Valenciana, se produjo una plaga de morbillivirus, que hizo encender todas las alarmas, al multiplicarse por 10 la tasas de varamientos de calderones comunes en localidades como el Estrecho de Gibraltar.
Entre los años 2007 y 2008, CIRCE ha venido realizando estudios demográficos sobre los calderones comunes del Estrecho, y gracias a la identificación fotográfica que este grupo de investigación lleva desarrollando desde 1998, ha podido estimar el número de bajas que la epidemia causó.
Nada más en el Estrecho de Gibraltar, murieron 77 animales de los 345 que lo habitan. De estos, 26 lo habrían hecho debido a causas naturales, y los 51 restantes habrían muerto debido a la infección. Estos datos parecen alarmantes, pero es importante resaltar que la población se está adaptando a esta mortandad, a través de un aumento de la natalidad durante los veranos del 2007 y 2008. Este estudio finalizará el próximo verano.