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Jerez

Los sueños, sueños son

En la jornada después del 14 N se decidió que los políticos cobrarían lo mismo que en sus trabajos y que los sindicatos no recibirían subvenciones

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En la madrugada del 14 al 15 de este mismo mes se me agolparon las imágenes de una recién pasada jornada huelga  general sin piquetes informativos, de un día en el que cada cual hizo lo que mejor entendía que debía hacer, unos no iban al trabajo, otros iban y entraban con total tranquilidad, las grandes superficies abrían o no según los dictámenes de la conciencia de sus trabajadores, no había piquetes, no había conflictos y en las calles de este Jerez se agolpaban sus más de 35 mil parados para protestar porque un derecho constitucional, como es el trabajo, se está vulnerando.

Esas imágenes me trasladaban, casi de corrido, al amanecer con unas horas que observé eran de reflexión por todas las partes. Los políticos, los sindicatos, los trabajadores de a pie, los estudiantes, los parados o los jubilados.  A media mañana hubo una cumbre por España y los gobernantes de los distintos partidos decidieron que como a la   política se entra por vocación de servicio, y por no por dinero, se había alcanzado el acuerdo de que cada político iba a ganar, a partir de ahora, lo mismo que en su trabajo al margen. Es decir que si un maestro ganaba 1.700 euros en el colegio y abandonaba para dedicarse a la política seguiría ganando 1.700 euros y ni un euro más.

Los ojos me saltaban de alegría porque el recorte en las arcas gubernamentales, autonómicas, de diputaciones y ayuntamientos iba a ser de órdago a lo grande. Y me alegré aún  más cuando en esas reflexiones entraron también los sindicatos y anunciaban que no iban a recibir ya ni un euro más de subvenciones estatales, ni directa ni indirectamente, que el Ministerio de Trabajo ya no tenía que subvencionar, que los cursos de formación de empleo los realizarían  solo y exclusivamente los centros que tengan reglada la educación laboral y que en los listados de subvenciones no iban a volver a aparecer , sino que iban a vivir únicamente de sus sindicados. Tampoco los partidos iban a recibir más subvenciones, vivirían de sus afiliados. El sueldo base se establecía en 1.000 euros, los desahucios se paralizaban y los bancos se nacionalizaban para salir de la crisis. Al final me desperté y... los sueños, sueños son

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