La agresión se produjo en la madrugada del pasado domingo, durante una operación policial para frustar un desembarco de droga en El Rinconcillo
El notable incremento de las aprehensiones de hachís en la costa del Campo de Gibraltar se está traduciendo también en un aumento de la peligrosidad de actuación de las bandas de narcotraficantes que operan en la zona.
Y víctima de ello fue este fin de semana un agente de la Policía Nacional de Algeciras, que sufrió una brutal agresión por parte de un grupo de presuntos narcotraficantes, cuando se estaba realizando una operación antidroga en la zona costera de El Rinconcillo.
Los hechos se desencadenaron en la madrugada del pasado domingo. Sin embargo, su origen procedía de semanas atrás, en las que se había llevado a cabo una profunda investigación para desentramar a un grupo de narcos.
La investigación se realizó de forma conjunta entre miembros de la Unidad contra las Drogas y el Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional de Algeciras, del Grupo de Respuesta Especial contra el Crimen Organizado (Greco) de la Comisaría local y agentes del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Comandancia de la Guardia Civil de Algeciras.
Las pesquisas realizadas por este entramado de grupos policiales de investigación condujo a la sospecha de que se iba a producir un desembarco de droga en la zona.
Intervención
Alrededor de las 6.00 horas del pasado domingo, los agentes permanecían apostados en puestos de vigilancia de El Rinconcillo, cuando localizaron una embarcación que se aproximaba a la playa para realizar el desembarco de la droga.
Los agentes procedieron a frustrar el alijo cuando los narcos estaban desembarcando fardos en la playa. Un agente de la Udyco logró reducir a uno de los sospechosos, mientras que el resto emprendió la huida, iniciándose una persecución por parte del resto de agentes actuantes.
El agente de la Udyco permaneció en el punto de la intervención, reduciendo al sospechoso. Sin embargo, la maniobra de estampida del resto de narcos le iba a salir muy cara.
La persecución iniciada le había dejado solo con el sospechoso en la playa, lo que aprovecharon tres integrantes de la red, que se encontraban agazapados en una zona próxima al desembarco.
El agente quedó a su merced, por lo que le propinaron una brutal paliza, de la que sufrió graves heridas en el rosto y otras partes del cuerpo. Incluso, uno de los agresores logró sustraerle la pistola, con la intención de dispararle.
Finalmente, el resto del dispositivo policial intervino a tiempo, deteniendo a, al menos, uno de los tres agresores, y evitando una tragedia. La operación se saldó con ocho detenidos y cerca de dos toneladas de hachís intervenidas.
Según señalaron fuentes policiales, la red estaba conformada por ciudadanos españoles y marroquíes, y se calcula que los actuantes en el desembarco oscilaban en torno a quince personas.
El agente, evoluciona favorablemente de las heridas, de las que tuvo que ser atendido de urgencia en el hospital.