A pesar de las ganas de los cofrades por cerrar una Semana Santa la lluvia ha sido protagonista
La Semana de Pasión echó ayer, Domingo de Resurrección, el cierre con una sabor agridulce por las precipitaciones puntuales que deslucieron las procesiones de El Resucitado, celebradas en diversos puntos de la comarca.
En Algeciras, la mañana comenzó con nubes que amenazaban descargar y claros que invitaban al optimismo. Por ello, se decidió que El Resucitado se reuniese con los fieles en las calles. Sin embargo, ya en la carrera oficial el paso aceleró el ritmo con las primeras gotas para evitar desperfectos en la talla de 1983.
Tras hacer una breve parada frente a la Iglesia de la Palma, el paso de misterio se parapetó en la calle Ventura Morón. Allí se desmontó parte del paso y se cubrió la figura de Cristo con un plástico protector para evitar daños. A partir de ahí, los representantes de las hermandades algecireñas y el propio paso se dirigieron con prontitud al colegio salesiano.
La Línea y Tarifa
Una situación parecida se vivió en La Línea, donde la procesión parroquial de La Resurrección tuvo que apretar el ritmo desde la calle Real ante las lluvias que se presentaron al mediodía. Acompañado por la Banda Municipal de Música, el paso se encontró con los fieles devotos para anunciar la Buena Nueva. Sin embargo, un chaparrón pasajero obligó a los cofrades a buscar refugio en la parroquia de La Inmaculada.
Por su parte, en Tarifa, las precipitaciones no hicieron acto de presencia y la procesión de El Resucitado pudo cubrir su itinerario previsto sin problema alguno en su recorrido.
San Roque
Peor suerte vivieron los cofrades sanroqueños, ya que la lluvia impidió la salida de la procesión de Nuestro Padre Jesús Resucitado, a cargo de la Asociación Parroquial del mismo nombre.
La salida procesional hubo de suspenderse ante la incesante lluvia que caía y, pese a que se esperó para ver si escampaba, finalmente se decidió que la imagen del Resucitado se acercara a la puerta de la parroquia, donde escuchó la Marcha Real y dos marchas, interpretadas por la Agrupación Santa Bárbara, de La Línea.
El trono, de la patrona de San Roque, y la cuadrilla de costaleros, mayoritariamente del Cristo de la Caña, se asomaron a la puerta de la parroquia, sin llegar a salir al atrio, siendo el cristo mecido a los sones de las marchas procesionales.
Cientos de personas asistieron a la misa en la que se bendijo la imagen y posteriormente esperaron pacientemente con los paraguas en la mano, la salida de la imagen, que finalmente no se produjo.
Por ello, fueron centenares las personas que visitaron la imagen en el interior del templo, una vez que ésta fue introducida de nuevo hasta el altar. La imagen del Resucitado tenía previsto salir a las 12.00 horas desde la Parroquia Santa María La Coronada, estando prevista su entrada a las 15.00 horas.
El presidente de la recientemente formada Asociación Parroquial El Resucitado es José Manuel Balebona, cuya imagen debía procesionar por primera vez este pasado Domingo de Resurrección. Al tratarse de una asociación parroquial, todo lo concerniente a la procesión está bajo su responsabilidad, ya que no puede integrarse en la Junta de Hermandades y Cofradías.
La presidenta del Consejo Local de Hermandades Cofradías sanroqueñas, Mercedes Caravaca, explicó que “nos pusimos en contacto con el Obispado de Cádiz y en su departamento de Patrimonio, que es el encargado de canalizar todo lo relativo a las imágenes religiosas, se nos dijo que había que presentarle tres proyectos, sobre los cuáles decidiría finalmente. De manera que pedimos uno al escultor gaditano que ganó finalmente, otro a un taller sanroqueño y otro a un artista sevillano. Al final, el Obispado eligió la obra de González Rey”.