La Junta de Gobierno local del Ayuntamiento de Jerez ha adjudicado a la empresa EJOC2004 la primera fase de la rehabilitación del palacio de Riquelme, por un importe de 725.500 euros (IVA incluido) y un plazo de ejecución de diez meses. Las obras –que habían sido presupuestadas en 761.620,14 euros- están financiadas por la Diputación Provincial de Cádiz y deberán concluir antes del 31 de diciembre de 2024.
Esta primera fase va a permitir consolidar la estabilidad de los muros de la fachada mediante la inclusión de forjados y cubiertas donde antiguamente existían, con materiales y técnicas constructivas contemporáneas compatibles con las originales.
Se va a restaurar la fachada de piedra renacentista mediante su limpieza, consolidación y protección, incluyéndose la recuperación y adecuación de los huecos actualmente abiertos o tapiados con fábrica de ladrillo.
Esta intervención se ejecutará en paralelo a la de las dos primeras crujías y permitirá contar con un conjunto de espacios muy útiles para narrar el devenir histórico del edificio y explicar el contenido de las futuras actuaciones.
Además, el proyecto contempla la recuperación y rehabilitación de espacios del inmueble actualmente desaparecidos, manteniendo su configuración espacial original y proponiendo su uso como zonas de exposiciones del propio proceso de rehabilitación del edificio. Para ello será necesario dotarlo de instalaciones eléctricas, aseos o sistemas de protección contra incendios, entre otras cosas.
El teniente de alcaldesa de Presidencia y Centro Histórico, Agustín Muñoz, ha recordado que la ejecución de este proyecto se enmarca en el Plan Jerez Centro 2023-2031 y tiene como objetivo “contribuir al proceso de rehabilitación del centro en materia de rehabilitación y conservación de su patrimonio histórico”.
Muñoz ha otorgado un carácter “muy simbólico” a esta actuación, dado que abunda en la “estrategia de recuperación de los edificios históricos de Jerez” en la que quiere trabajar el Gobierno local.
Tras esta primera fase habrán de venir otras cinco más, con sus respectivas dotaciones presupuestarias y sus correspondientes plazos administrativos. La segunda fase contemplaría una actuación sobre el subsuelo y niveles del resto del inmueble y tendría el objetivo de ordenar y poner en valor los restos de la casa, consolidando su ruina a la espera de otras intervenciones e inversiones.
Sería un momento de revisión y estudio del inmueble y de recuperar parte de la historia de los elementos eliminados en 1996. Consistiría en la recuperación de los niveles de los pavimentos y superficies de la casa mediante el desbrozado, limpieza y tratamiento de la superficie con geotextil y recuadrado de grava, así como la recuperación del trazado de los muros originales mediante su limpieza y protección.
En esa segunda fase ya se habilitarían recorridos para la visita de los restos y las instalaciones subterráneas necesarias para la futura conexión entre fases. Esta segunda actuación permitiría que el uso de la primera crujía se extendiera de forma segura al resto del inmueble, pudiendo desarrollarse visitas culturales que se inicien en la zona recuperada, así como celebrar actos culturales que puedan servir de medio de difusión de los valores patrimoniales del inmueble.
Con posterioridad -ya en la tercera fase- se abordaría la rehabilitación de la zona doméstica de la casa, interviniéndose en primer lugar en las dos crujías del fondo oeste. Se trata de actuar en la crujía que abre hacia la calle y plaza de la Consolación, actuando sobre su fachada y sobre los espacios más amplios del inmueble con el mismo procedimiento constructivo, al que añadimos ahora la inclusión de muros de carga sobre los cimientos originales. En este caso, el elemento más singular sería la galería tardogótica, planteándose la recuperación de los volúmenes originales de la parte doméstica que cuentan con planta baja, entreplanta baja parcial y planta alta.
Esta intervención habilitaría la zona del fondo de la casa y permitiría tener accesos secundarios por Consolación y Alegría. Recuperar estos espacios implicaría dotarlos de las instalaciones necesarias para que disfrutaran de cierta autonomía. Además, la amplitud de las salas las hace idóneas para un uso público expositivo, pudiéndose poner en uso las dos plantas de galería, advirtiéndose de que la alta permitiría disfrutar de unas vistas privilegiadas de la plaza del Mercado y su entorno.
Todo eso queda ahora muy lejano, pero no por ello debe restarse importancia a la actuación que va a acometerse a lo largo de este próximo ejercicio, que es la primera de calado que se lleva a cabo en los restos del antiguo palacio de Riquelme.