En esta línea, el concejal Gabriel Orihuela aparece como la primera opción de consenso. Con un perfil técnico más que político, sería un candidato ideal hasta las elecciones. La otra opción que cobra también fuerza en este Plan B sería Rocío Arrabal, que dada su experiencia como diputada provincial se presentaría como otra alternativa válida como gestora.
Plan A
En cualquier caso, las bases socialistas esperan que la elección del candidato sirva para levantar los ánimos y calmar las críticas surgidas por el cambio de cromos en la Alcaldía y Subdelegación. Y esto sólo sería posible con un político de perfil alto, que ilusione a los ciudadanos y que componga una dupla con España de cara a las elecciones. En esta carrera, Sánchez Rull aparece situado en primera posición, ya que la designación de Beneroso llevaría aparejada un nuevo cambio entre la Mancomunidad y la Alcaldía algecireña, un detalle que previsiblemente desgastaría aún más al PSOE local.
La disyuntiva está ahora en manos de España, si bien cada día de retraso del PSOE en dar a conocer al futuro primer edil supone un duro desgaste a las aspiraciones de mantener el Gobierno en la ciudad tras las próximas elecciones.