El 'muelle' anexo al Reducto de la Catedral que construyó en el curso de la reforma dirigida por el arquitecto Pablo Diáñez en 1999 podría ser derribado próximamente si sale adelante un proyecto en el que está trabajando el
Ayuntamiento conjuntamente con el
Obispado de Asidonia-Jerez y el
Consejo local de la Unión de Hermandades.
De hecho,
de esa reforma depende en buena medida que las cofradías recuperen el próximo año la subida a la Catedral por la calle Cruces, lo que supondría bajar hasta la plaza del Arroyo y dejar de lado las calles Santa Isabel y Visitación.
El
presidente del Consejo local de la Unión de Hermandades, José Manuel García, entiende de que ha llegado la hora de “eliminar” una construcción “horrenda” que afea el entorno del Reducto catedralicio.
La idea en la que se viene trabajando
pasa por desplazar la cuesta del Cristo de la Viga hacia ese espacio, rebajando además su pendiente y completándola con dos escalinatas.
De ese modo, las cofradías que buscan la zona de la plaza del Arroyo tras hacer estación de penitencia a la Catedral podrían bajar por allí, permitiendo al resto la subida por Cruces sin que se produjera ningún tipo de interferencia y manteniéndose además una lógica distancia de seguridad.
Esta actuación forma parte del “lavado de cara” que desde el propio Consistorio se quiere dar a todo el entorno de la Catedral una vez finalizada la primera fase de las obras del denominado eje del Arroyo.
No en vano, el Ayuntamiento ya trabaja en la redacción del proyecto que deberá dar continuidad a esa primera fase, que contemplará que la reurbanización se extienda hasta el arco del Arroyo.
El propio
teniente de alcaldesa de Urbanismo, Infraestructuras y Medio Ambiente, José Antonio Díaz, ya avanzó meses atrás la intención municipal de actuar por fases en las calles Visitación y Cruces, así como en la plaza de la Encarnación.
De igual modo,
Mamen Sánchez aseguró que el Gobierno local tenía intención de “atender una petición” cursada por la Unión de Hermandades, “en común acuerdo con el Obispado”, consistente en la reordenación y rediseño del entorno de la Catedral.
La alcaldesa avanzó en cualquier caso que estamos ante un proyecto que deberá acometerse a lo largo de la próxima legislatura y que perseguirá “dar uniformidad y homogeneidad a todo este entramado urbano, dotándolo de un pavimento y una estética más acordes con el enclave histórico y el rico patrimonio cultural que lo rodea”.
Con independencia de las obras que puedan acometerse en un futuro, lo que sí es cierto es que un primer paso de cara a ese rediseño del entorno de la Catedral ya se dio en septiembre de 2020, cuando se peatonalizó la plaza de la Encarnación. Ahora resta empezar a acometer proyectos de reurbanización.
Dos magnas sobre la mesa del obispo
Por otra parte, el presidente del Consejo local de la Unión de Hermandades, José Manuel García, confirmó este martes en el
programa Luz de Pasión, que se emite semanalmente en
7 TV Jerez, que este organismo ya ha cursado solicitud al
obispo, José Rico Pavés, para la celebración de
dos procesiones magnas, el 12 de octubre de 2024 y en el mes de junio de 2025.
La primera de ellas tendría como protagonistas a los pasos de palio, mientras la segunda tendría formato de Vía Crucis y participarán en ella los pasos de misterio.
Esas citas se harían coincidir con el inicio y la clausura del Año Jubilar de 2025, signo de renacimiento, esperanza y confianza.