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La Plaza de Abastos aguanta el segundo ‘chaparrón’ del Covid

La sexta ola trastorna las últimas compras después de que las cuarentenas y los contagios dividan las reuniones familiares

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  • Clientes aguardan su turno en un puesto de la Plaza de Abastos. -

“Este virus nos tiene aburridos a todos. La cosa está complicada y la gente está asustada otra vez, y eso se nota. La lluvia les echa para atrás también. Estos son los días fuertes y mira”, señala un comerciante desde uno de los puestos de pescado y marisco. “La gente ya no se junta como antes, compra menos cantidades. Ojalá sea la última Navidad así”.
 

Al otro lado aguarda una clienta de confianza que ha acudido a felicitarles las fiestas y hacer alguna compra. “He venido expresamente a verte”, le dice antes de despedirse mientras espera el cambio. Su cuenta no pasa de los 20 euros. Ella lo explica. “Estoy sola, pero yo creo que algún sobrino vendrá a verme”.  Está en tratamiento de quimioterapia. Al virus “le tengo respeto”, señala, tras advertir que la situación sanitaria actual con el aumento de los contagios por la sexta ola “es preocupante”. Ella es de las que piensa que aunque sea tiempo de reencuentro con la familia y reuniones en la que ya es la segunda Navidad en pandemia, hay que ser prudente. “Ya pasaremos otras mejores”, indica, esperanza.  
 

Como ella, la mayoría de los clientes habituales del Mercado Central de Abastos han preferido encargar sus compras y recogerlas in situ, aunque los contagios se hayan multiplicado en las últimas semanas.

En el puesto de la Nueva Recova de Mané y Rocío están contentos por cómo está transcurriendo la campaña navideña y no se quejan de las ventas. Al contrario. Pese a que con el recrudecimiento de la crisis sanitaria todos son interrogantes, a día de hoy han dado salida a más pavos que incluso el pasado año. “Hasta la fecha hemos vendido 65 pavos en total, a 8,50 el kilo, pero este año la sensación han sido los pollos rellenos (a 10 euros el kilo). Están funcionando muy bien, y en una mañana he vendido 22 perfectamente”, señala. Con encargos desde diciembre, sus clientes aprovechan estos días para recoger sus pedidos que llevan haciendo desde el puente y felicitarles.

“Hoy es el día de más faena, ya mañana (por hoy), vendrán algunos para recoger cuatro encarguitos y desavíos. Curiosamente, la amenaza de la huelga del transporte no les perjudicó, como ellos temían, sino que adelantó los pedidos. “La gente se ha pensado que se iban a acabar y ha venido antes". 
A diferencia del pasado año, estas navidades el virus sigue más presente que nunca con la nueva vertiente Ómicron, pero no hay limitación a diez en el número de comensales (sí recomendación), ni tampoco toque de queda como en 2020.
¿Se nota esto en la cesta de la compra?En este puesto de carne son tajantes y en las últimas semanas han recibido alguna que otra llamada de sus clientas para pedirles que el pavo se redujera a la mitad. “Tienen miedo, es normal, si son mayores las familias prefieren dividirse”, explica mientras despacha, coge el teléfono y confirma otro encargo.

Pendientes de la obra de reforma integral

“¿Quieres huevas a 8 euros?¿Quieres cigalas a 6 euros?Aquí los langostinos a dos euros menos , señora, (a 20 euros)”. Los gritos de uno de los vendedores cantando las ofertas se oyen desde la otra punta de la nave del pescado.

A pocos metros un matrimonio le pide a una chica que le “devuelva” su turno después de dar una vuelta y confirmar que el mejor precio está en este puesto. Mientras aguarda su turno, explica que por primera vez no podrá pasar la Nochebuena con uno de sus hijos, que trabaja en Córdoba, tras haber contraído el Covid. “Me voy a pasar toda la noche hablando con él porque va a estar solo; Aquí en casa seremos tres”.
¿Cómo ve los precios?”Como siempre están estos días, pero yo prefiero llevármelos los días antes y no congelarlos”, reconoce. Si todo va bien, las presentes serán las últimas Navidades de la Plaza de Abastos sin su ansiada reforma integral con un proyecto de modernización que dará lugar a un “nuevo” mercado. “Ojalá sea así. Nos hace mucha falta, tanto en la solería como en las instalaciones. Nos dará otra imagen a la Plaza, a ver si los Reyes nos la traen”. 

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