Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) relativos a la vivienda turística ponen de manifiesto que este fenómeno no termina de arraigar en Jerez con la fuerza con la que lo ha hecho en otros municipios andaluces.
De hecho, lejos de experimentarse un crecimiento porcentual del número de inmuebles dedicados a esta actividad sobre al primer informe que se divulgó el pasado mes de mayo, en esta ocasión se aprecia incluso una leve caída del peso que representan estas viviendas sobre el total de construcciones destinadas a uso residencial en el centro histórico.
Según el INE, la vivienda turística supone ahora el 6,55 por ciento del total de los inmuebles residenciales en la zona comprendida entre San Marcos y San Juan de los Caballeros (San Marcos, Francos, Carpintería Alta, Juana de Dios Lacoste, plaza Peones o plaza Melgarejo).
Esta es la zona con mayor concentración porcentual de inmuebles destinados a esta actividad. En mayo, las viviendas turísticas representaban el 6,71 por ciento del total de los inmuebles, lo que significa que lejos de repuntar de manera exponencial, el fenómeno está incluso perdiendo intensidad.
La tendencia es similar en el resto de las zonas calientes del centro histórico. Así, la manzana anexa a la zona ya referida ha experimentado también una caída en el peso porcentual de estos inmuebles sobre el total.
Es el caso del espacio en el que se incluyen la plaza Belén o las calles Barranco, Curtidores, Benavente Bajo, Espíritu Santo, Calzada del Arroyo, Cuesta de la Chaparra o San Blas. En mayo, la vivienda turística suponía el 6,35 por ciento del total de los inmuebles, mientras que ahora su presencia se ha reducido al 5,03.
De hecho, la zona de la Catedral, la Alameda Vieja, Visitación, plaza Monti, Latorre, plaza del Arenal, Consistorio, José Luis Díez, Algarve, plaza Plateros, San Cristóbal o Eguilaz le ha arrebatado el segundo puesto a pesar de que también en este caso la vivienda turística ha perdido peso, pasando de suponer el 6,19 por ciento del total al 5,47.
Menor aún es la presencia de la vivienda turística en el espacio en el que se incluyen las calles Doña Blanca, Medina, Bodegas, Mesones, Unión, Honda, Fontana, Prieta, Larga, Naranjas o Mora, donde estos inmuebles representan el 4,88 por ciento del total, cuando en mayo suponían el 6,27.
Los datos del INE evidencian que el fenómeno se encuentra bastante controlado en Jerez y que lejos de experimentar un crecimiento exponencial se ha frenado incluso en estos últimos meses.
En términos globales, la zona del centro con mayor número de viviendas turísticas es aquella en la que se incluyen la Catedral, Alameda Vieja, Visitación, Monti, Latorre, Arenal, Consistorio, José Luis Díez, Algarve, Plateros, San Cristóbal o Eguilaz.
Según el INE, en esta sección se contabilizan 53 viviendas turísticas con capacidad para alojar a 237 personas. Por detrás se encuentra la zona comprendida entre San Marcos y San Juan, con 41 viviendas turísticas y 184 plazas.
Jerez está muy lejos de las situaciones que se observan en centro históricos como el de Sevilla, donde en algunos casos las viviendas turísticas representan más del 36 por ciento del total de inmuebles residenciales.
Ni siquiera alcanza los niveles de municipios más próximos, como Cádiz, donde este tipo de inmuebles llegan a suponer el 10 por ciento del total en algunas manzanas.
No es lo mismo 'vivienda turística' que 'apartamento turístico'
En el caso de Andalucía se entiende que es una vivienda con finalidad turística aquella ubicada en un inmueble situados en suelo de uso residencial donde se ofrece mediante precio el servicio de alojamiento de forma habitual y con fines turísticos.
No debe confundirse con el apartamento turístico, que son edificios generalmente gestionados por empresas dedicados exclusivamente al alquiler y que tienen que cumplir varios requisitos para desarrollar esta actividad similares en la práctica a los de un establecimiento hotelero.