Atraído por los cómics y la escritura desde pequeño, José Manuel Asensio (Linares, 1978) descubrió con una cámara de video casera las posibilidades de contar historias, las suyas, y compartirlas a través de audiovisuales de apenas minutos, lo que más tarde supo que eran cortometrajes, habiéndose convertido hoy en uno de los directores más reconocidos de la provincia, preparado para dar el salto al largometraje.
“Siempre me gustó contar historias. Aún conservo los cómics que dibujaba y los relatos cortos que escribía a mano. Mi abuelo me regaló pinturas al óleo y me enseñó a pintar con acuarelas. Siempre he tenido esa inquietud artística”, recuerda.
Es el presidente de la Asociación de Cineastas ‘Jaén Audiovisual’ desde el año 2018. “El objetivo es darnos a conocer, decir lo que hacemos y aumentar las producciones jiennenses, para que cada vez se escuche hablar más de nosotros”, explica.
Desde 2019 dirige el Ciclo de Cine de la Universidad Internacional de Andalucía en Baeza. “El año pasado se canceló, salvo en verano. Si se levantan las restricciones de movilidad, lo repetiremos y volveré a estar poniendo películas cada mes”, anuncia.
Con la cámara doméstica de sus padres grabó sus primeros cortos de animación, con muñecos como personajes. “En el instituto se nos ocurrió grabar un ejercicio de prácticas de Inglés, en casa de mis abuelos, y fue mi primer cortometraje, aunque no sabía ni que el corto existía como producción audiovisual”, reconoce.
Descubrió su vocación y decidió formarse. Eligió la carrera de Comunicación Audiovisual y se licenció por la Universidad de Sevilla. “La carrera me decepcionó porque no me enseñó en cuatro años lo que creía que aprendería. No me ha servido para buscar trabajo y desde tercero me preocupé por seguir formándome, de forma autodidacta. Empecé montando cortos y eso hizo que me especializara en montaje y postproducción”, reconoce.
Pasó tres años en la capital hispalense, donde grabó sus dos primeros cortometrajes como director, ‘El Legado de Atecna’ y ‘Veritas’. Fue en 2003 cuando rodó ‘Rata de túnel’, con el que se dio a conocer oficialmente como director de cortometrajes y donde aparece como actor. Fue el primero que movió por festivales. “Funcionó muy bien. Ganó 11 premios. Es un corto que vivió la transición del celuloide al digital”, recuerda.
Trabaja en su ciudad natal como operador de cámara, editor, guionista, director e impartiendo talleres. ‘Cuando Apolo encontró a Dionisos’, ‘Al compás’, ‘Pandora 2.0’, ‘La Noticia del Año’ y ‘Llamadme Ismael’, todos con guion de su puño y letra, son su carta de presentación como director. “Me gusta que otros me ofrezcan sus proyectos. Tienes que estar abierto a trabajar sobre guiones de otros. Le das tu propia visión”, reconoce. Él lo hizo dirigiendo el corto ‘Error’.
Está inmerso en la escritura de un guion para un largometraje, el primero de su carrera, ‘Ozymandias’, una historia de ciencia ficción basada en la realidad. “Me dicen que estoy preparado de sobra para hacer mi primer largometraje. Es a lo que aspiramos todos los directores. Llevo años planteándomelo. Los cortos no dejan de ser un entrenamiento, pero llega un momento en que tienes que pasar al largometraje, con más tiempo para desarrollar una historia y para trabajar con actores que tendrán una evolución, un arco de transformación. Estoy deseando poder hacer una película”, confiesa.
Como cineasta que creció en los años ochenta tiene sus géneros predilectos. Le gusta la fantasía, la aventura, la ciencia ficción, el terror y la comedia. No tanto el drama, aunque ha escrito guiones y no le importaría dirigirlos. “Me tira mucho la ficción. Prefiero el cine de evasión y entretenimiento. El drama no es mi prioridad, ya tenemos suficiente drama en la vida cotidiana”, dice. Entre otros, la pandemia por Covid-19, que paralizó su actividad en 2020. “Sólo puede hacer dos trabajos, un videoclip en verano y un cortometraje para Rodando por Jaén en septiembre. Espero que 2021 nos permita trabajar más porque estamos que nos subimos por las paredes”, dice.
Tuvo que dejar en el limbo un corto con guion de la también directora Luisa Medina, ‘La partida’, un drama ambientado en la campaña de la aceituna. “Espero que pueda rodarlo a finales de este mes o principio de febrero. Si no, tendremos que aplazarlo a la próxima campaña”, lamenta.
Co-guionista de la película ‘Asesinos inocentes’, estrenada en cine en 2015 y dirigida por su compañero de carrera Gonzalo Bendala, fue su primer crédito en un largometraje. “Me mandó el guion. Lo leí y analicé. Le gustó tanto la propuesta que decidió que escribiéramos juntos el guion para que se produjera como largometraje. Ya habíamos hecho juntos un corto”, recuerda.
Como guionista encuentra la inspiración en “momentos insospechados”. Escribe por la noche y suele escuchar bandas sonoras de películas cuyo género quiere abordar en sus cortometrajes.
“Me motiva escribir, dirigir y montar. Debes tener un criterio de calidad en lo que haces y buscas. El guion es la clave. Busco historias que estén bien contadas, independientemente del presupuesto que tenga. Provengo del mundo del corto, en el que lo hacemos todo pidiendo favores y colándonos en todas partes. Valoro la inquietud e imaginación de quien con pocos recursos consigue un buen resultado. Con lo poco que he tenido, he ofrecido siempre lo mejor en cuanto a calidad técnica, interpretativa y con cada historia”, valora.
Empezar un proyecto siempre es “emocionante”. Dice: “Cuando ves que una historia que has escrito está adquiriendo vida porque hay gente que ha decidido sumarse al proyecto y está contigo es emocionante. Es un trabajo en el currículo de todos y buscas que todo salga bien. Trabajando en las condiciones que lo hacemos en los cortometrajes, con poco tiempo y dinero, siempre hay presión. Es un trabajo ilusionante que me tiene a pleno rendimiento para llevarme a casa todo el material posible”.
Y es que Asensio tira muchas tomas aunque esté contento desde la cuarta. “Los actores creen que si hacen pocas tomas aún no te han dado lo que pueden darte. No descarto nada de lo que grabo”, confirma.
Valora que Jaén es una provincia “rica” en escenarios naturales y urbanos. “Me gustaría rodar más en Jaén porque ahora conozco a más personas. Hay localizaciones en la sierra que lucen sus entornos naturales y este paraíso interior. Tenemos rincones magníficos en la provincia. Hay potencial, muchos lugares que los cineastas tenemos en mente para encajar en nuestras historias”, explica.
Él ha grabado en la provincia sólo tres cortos: ‘Cuando Apolo encontró a Dionisio’, ‘Llamadme Ismael’ y ‘La Noticia del Año’. El resto, en localizaciones de la región andaluza. “Donde ha surgido cada proyecto y he encontrado la gente para hacerlo, allí he ido siempre”, termina.