Escuchar al alcalde decir "
la Cámara de Cuentas en derecho sabe lo mismo que yo de física y química", me ha recordado lo sorprendente que resulta para un ufano verse rodeado de "políticos-juristas", o al menos así se hacen llamar muchos aunque solo hayan pasado por la carrera de Derecho, y darse cuenta del desconocimiento tan enorme que la mayoría tienen sobre leyes, reglamentos y procedimientos o, lo que es peor, la facilidad que poseen para saltarse la ley tranquilamente.
Uno, iluso, siempre pensó que licenciarse en Derecho ayudaría a la hora de ser gestor público, incluso legislador, pero tras observar la realidad, he llegado a la conclusión de que el frecuente maridaje entre Derecho y política debe ser porque quien conoce la ley tienen más capacidad para evadirla o bien porque, como dice el refrán, "en casa del... abogado, toga de palo".
No es posible que los "juristas" que nos gobiernan ignoren que si la Cámara de Cuentas, que fiscaliza a efectos contables, encuentra irregularidades e incumplimientos de la legislación sobre contratación pública, las consecuencias podrían ser contables, fiscales, contenciosas y penales.
Tampoco deben ignorar que mantener una empresa como FCC sin contrato durante 5 años, aunque ahora lo hayan resuelto con un contrato que también está en los tribunales por irregular, no deja de ser una anomalía que podría investigarse administrativa y penalmente.
Pero lo que resulta más llamativo es que "juristas" acreditados no hayan investigado el expediente de la Cámara cuando dice que el concierto con Autobuses Castillo (Sí, "juristas", dejen de llamarlo concesión porque ya dijo el TSJA, que algo sabrá, que era un concierto, ¿no?) se ha venido haciendo irregularmente, tanto por parte de los "juristas" del PSOE en el 81 como por los "juristas" del PP en el 88 y en el 2005, este último sin cobertura legal y firmado en solitario por otro "jurista".
Resulta extraño que no se paren a mirar el expediente completo antes de echar balones fuera, como harían con cualquier caso que llegase a sus despachos, cuando hablamos de la posibilidad de que se haya restringido la competencia o no se hayan seguido los procedimientos legalmente establecidos, dando lugar a un contrato nulo, ¿no? Aunque seguro que esta cuestión la resuelven sin sombras ni dudas nuestras "togas de palo" particulares, al igual que han intentado hacerlo todas las que han pasado por esa casa desde 1961, y han sido muchas, cuando comenzó el contrato del transporte público.