Los hosteleros de la capital se sienten “atacados” y muestran su malestar denunciando una “continua persecución” al sector por parte de técnicos de Urbanismo del Ayuntamiento y de la Policía Local.
Así lo ha denunciado a VIVA JAÉN la junta directiva de la Asociación de Bares, Restaurantes y Cafeterías de Jaén ‘Asostel’. Su presidente, Antonio Lechuga, junto al vicepresidente, Juan Álvarez; y el tesorero, Gregorio Martínez, reconoce que organizarán una gran movilización de hosteleros el próximo mes de septiembre para denunciar públicamente la situación a la que están sometidos.
“Levantamiento de actas por sobrepasar cinco minutos el horario de cierre, arbitrariedad en los controles a bares por los veladores habilitados en la calle y trato discriminatorio en la concesión de licencias de apertura y de terrazas por parte de Urbanismo, además del incumplimiento de los plazos que marca la ordenanza municipal”, son las principales denuncias que manifiestan. “Hay bares que llevan un año esperando su licencia de apertura o terraza”, lamentan.
Recuerdan que los hosteleros se han convertido en empresarios que dinamizan la vida cultural de la ciudad. “Organizamos el 70% de la programación cultural, con la contraprestación de incluir al Ayuntamiento, para contar así con los permisos necesarios y la única respuesta que recibimos son levantamientos de actas por infracciones injustificadas en numerosos casos”, denuncian.
Entre otras, son comunes situaciones como estar cerrando el bar y haberse pasado cinco minutos de la hora establecida y que “la Policía Local estuviera esperando” para sancionarlos. De ahí que señalen “una clara persecución”, detallando que “no se da un trato igualitario a todos los hosteleros”, creando así “agravios comparativos”.
Desde Asostel afirman que los hosteleros de la plaza de El Pósito, Bernabé Soriano, San Ildefonso y la Plaza Deán Mazas son los más perjudicados por la “inexistencia de un trato igualitario”. Aseguran que la Policía Local tiene establecidas cinco zonas de la ciudad para su control. Afirman que en esas zonas no se incluyen ni el 5% de los bares de la capital (alrededor de 500). “Por qué controlan a unos y a otros no”, dicen.
Tal es la situación de “enfado e indignación”, que los hosteleros de la plaza Deán Mazas se plantean la suspensión de las actividades musicales que organizan. “Sólo recibimos ataques. Actuamos desde la legalidad. Defendemos las sanciones a quienes no cumplan, pero se dan casos de multas injustificadas que denotan una persecución que no se entiende”, señalan.
Lamentan que la imagen del hostelero, de cara a los vecinos, sea “cada vez peor”, cuando desde Asostel defienden “una convivencia basada en el respeto a la actividad hostelera y al descanso de los ciudadanos”.
El concejal de Policía Local, Juan Carlos Ruiz, desmiente una persecución al sector y que se actúe de forma arbitraria. “El retraso en la concesión de una licencia es porque no se cumpla la normativa.
Algunos hosteleros piden barbaridades con las terrazas”, asegura. Ruiz dice que “la Policía Local no está con el reloj en la mano para sancionar” y que la mayoría de las intervenciones son “por requerimiento de los ciudadanos”.