Cuanto antes se sienten las administraciones para trabajar por poner en valor el yacimiento calcolítico, antes podrá sacar pecho Jaén de este legado único
El famoso y cacareado documental sobre Marroquíes Bajos emitido por National Geographic ha provocado la toma de conciencia social de Jaén a través de los medios de comunicación, que si bien ya informaron en su día sobre la importancia del yacimiento, no consiguieron convertirse en altavoz ciudadano, básicamente porque el germen que existe ahora aún no había florecido. Pero también ha tenido dos consecuencias claras por el momento (ambas adelantadas por este periódico). Una, que el alcalde paralizó todas las nuevas licencias en la zona y encargó un estudio; y otra, que trascendió que la cesión de los terrenos para la Ciudad de la Justicia habían caducado en diciembre de 2015 y que ya no se hará allí. Queda una tercera, que no es otra que la licencia para la construcción del nuevo Conservatorio Superior, algo que por el momento el alcalde no está dispuesto a autorizar, a pesar de que el proyecto recoge la integración de la muralla en la obra. En cualquier caso, lo que es incuestionable es que Jaén quiere poner en valor el yacimiento de Marroquíes Bajos y sumarlo a un discurso turístico inédito en toda Europa, y para ello, cuanto antes se sienten las administraciones a trabajar unidas por un proyecto común, sin zancadillas, antes podrá Jaén sacar pecho de este asentamiento calcolítico único.