No hay ni un solo político en esta ciudad de cualquier partido que haya querido apostar decididamente por la salvación del emblemático paraje jienense
En numerosas ocasiones hemos responsabilizado a todos los gobiernos locales, sin distinción de colores, de la falta de interés efectivo por el futuro del paraje jienense y por tratar de recuperar lo que queda de sus antiguas termas, una vez que ha sido imposible frenar su deterioro que es producto de la desidia y el abandono durante mucho tiempo. Jabalcuz es en cierto modo lo que pudo ser y no fue, pero no se trata ahora de acudir a las nostálgicas evocaciones, sino de tratar de afrontar el futuro con realismo y avanzar todo lo que no ha sido posible aún, y eso que en los últimos años se propiciaron iniciativas que parecían destinadas a dar un impulso a los grandes proyectos para la zona, que finalmente se quedaron, como tantas veces a lo largo de la historia, en el camino. Ahora con el agravante de que cada vez hay menos voces reivindicativas, tal vez cansadas de desgañitarse como la voz que clama en un desierto. Nadie ha asumido sus responsabilidades con Jabalcuz, empezando por el Ayuntamiento que quedaba obligado por convenio a actuar sobre un legado tan importante del Jaén real y del Jaén sentimental. Ahora, a preguntas del diputado de IU, Juan Serrano, porque no hay un solo político en la ciudad de cualquier partido que haya querido apostar decididamente por este lugar, el consejero de turno apunta al Ayuntamiento y empieza la habitual partida de ping-pong que nos desespera. No importa ni que sea Bien de Interés Cultural (BIC) que por lo visto es el pedigrí que han de tener los lugares más emblemáticos y tocados por la historia para caer de manera segura en el olvido.