Desde que en diciembre del pasado año el obispo de Huelva cumpliera 75 años, no ha cesado el runrún de que la Santa Sede buscaba obispo nuevo para dar un merecido descanso a José Vilaplana, que ha estado 14 años al frente del Obispado onubense. Este lunes se desvelaba un secreto que los dos interesados sabían desde mayo, pero que no podían anunciar hasta que lo hiciese el Vaticano.
Así sucedía a las 12.00 horas, cuando se desvelaba el nombre del que ya es nuevo obispo de Huelva: monseñor Santiago Gómez, hasta este lunes obispo auxiliar de Sevilla.
En rueda de prensa, Vilaplana ha asegurado que deja el cargo “con mucha paz, tranquilidad y con mucho agradecimiento”.
Asimismo, ha manifestado su alegría por el nombramiento de Santiago Gómez como su sucesor ya que lo conoce “muy bien” y ha destacado su valía y su formación en enseñanza, dado que “la pedagogía en estos momentos es muy importante”.
De este modo, Vilaplana ha reseñado que Gómez Sierra es “un hombre de fe, humilde y cercano, bien preparado y muy trabajador” y ha pedido a los onubenses que lo acojan “como al que viene en nombre del Señor, con la simpatía y cariño que os caracteriza”.
Además, ha detallado que la toma de posesión del nuevo obispo se realizará a finales de julio, con fecha aún por concretar, y que “tiene deseos de venir cuanto antes”. Mientras, Vilaplana continuará gobernando la Diócesis en calidad de administrador apostólico.
Santiago Gómez Sierra nació en Madridejos (Toledo) el 24 de noviembre de 1957 y fue ordenado sacerdote en la diócesis de Córdoba el 18 de septiembre de 1982. Es licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación (sección Filosofía) por la Universidad Complutense y en Teología (especialidades de Dogmática y Fundamental) por la Universidad Pontificia de Comillas y hasta ahora ejercía como obispo auxiliar de Sevilla desde 2011.
En la diócesis de Córdoba desempeñó en dos ocasiones el cargo de vicario general, además de formar parte del cabildo catedral, del que fue deán hasta su traslado a Sevilla, y del consejo presbiteral y el colegio de consultores.
Este mismo lunes ha lanzado un mensaje en un comunicado publicado por la Diócesis de Huelva, señalando que sus primeras palabras no pueden ser “más que para expresar mi ilusión y alegría por empezar a caminar con el Pueblo de Dios que se me ha encomendado”.
Asimismo, ha señalado que desea que la Diócesis le reciba “como miembro de la familia de Dios”, al tiempo que ha reseñado que está seguro de que le harán sitio “en sus corazones”.
Hermandades
La relación del Obispado con el Consejo de Hermandes y Cofradías de Huelva es sin duda una de las tareas que más se mira con lupa. En este caso, la de Vilaplana ha sido muy intensa y estrecha, participando en numerosas actividades cofrades. Sin embargo, hay un hecho que marcará el paso del obispo por el mundo cofrade y es que, pese a sus numerosos intentos y a los años transcurridos, los Estatutos del Consejo General de Cofradías y Hermandades no han sido aprobados a pesar de las numerosas sesiones de trabajo y estudio llevadas a cabo.
Afortunadamente, muchas han sido las respuestas positivas que las cofradías onubenses han dado a las peticiones de su pastor. La última de ellas, cuando estaban a punto de suspenderse los desfiles procesionales a causa del coronavirus, las hermandades onubenses hicieron un donativo de 500 euros cada una así como el Consejo para las necesidades de la Diócesis.
En suma, que el paso Vilaplana por las cofradías onubenses, pese a alguna que otra laguna, ha sido muy positivo.