F.J.M. el único acusado de la muerte de una niña de 8 años y de su padre en una vivienda de Almonte (Huelva) en abril de 2013, ha recibido gritos de ánimo y aplausos por parte de amigos y familiares a su llegada a la Audiencia Provincial de Huelva, donde hoy empieza el juicio contra él.
Ha llegado a las 10.00 horas procedente de la cárcel de Huelva, en la que se está en prisión preventiva desde junio de 2014, en un furgón de la Policía Nacional, directamente hasta la puerta por lo que suelen entrar los acusados.
En ese instante, un grupo de personas que espera su llegada se ha acercado al furgón para recibirle con aplausos y gritos de "ánimo Fran" y su padre le ha llegado a decir "te quiero hijo, estate tranquilo".
Se está a la espera de la constitución del jurado popular que será el encargado de dirimir sobre la culpabilidad o no de F.J.M. el cual se enfrenta a 50 años de cárcel -25 por cada asesinato-, que es lo que piden tanto la Fiscalía como las dos acusaciones particulares, una ejercida por los padres y abuelos de los fallecidos y otra que encabeza la expareja y madre de estos.
Además, la Fiscalía solicita que se le imponga la prohibición de comunicarse y aproximarse a la madre y expareja del fallecido, así como a sus padres y abuelos a una distancia inferior a 500 metros por un período de diez años y el pago de indemnizaciones por importe de 450.000 euros -300.000 para la primera y 150.000 para los segundos-.
La defensa ha solicitado su libre absolución al considerar que su representado "no puede ser calificado de autor de dichos hechos por cuanto no resulta probado su intervención".
Según el relato de los hechos del fiscal, el acusado el 27 de abril de 2013, antes de las 22:00 horas, se desplazó hasta el domicilio de M.A.D.E., con cuya exesposa mantenía una relación sentimental desde hacía años, con el ánimo de acabar con su vida movido por los celos.
Una vez en su interior ambos iniciaron una discusión, en el transcurso de la cual, el acusado, de forma sorpresiva y sin que la víctima pudiera reaccionar, comenzó a asestarle puñaladas de forma indiscriminada, hasta un total de 47, con un cuchillo que llevaba oculto, causándole la muerte.
En la vivienda se encontraba también en ese momento la hija de M.A.D.E., de 8 años, con cuya vida también decidió acabar para que no lo delatara, ya que la menor había presenciado los hechos previos, y le asestó de forma repetida y por todo el cuerpo múltiples cuchilladas causándole 104 heridas.