Eligieron vivir en una zona más tranquila, en medio de la naturaleza, pero junto a la civilización, no prácticamente aislados porque la única vía de acceso a sus viviendas se ha convertido en una auténtica carrera de obstáculos por el mal estado del firme.
Hablamos de las más de 60 familias que viven en el Camino del Rincón, un núcleo de viviendas junto a Aljaraque pero que pertenece al término municipal de Gibraleón.
Según han denunciado en varios escritos y a través de más de 700 firmas que han presentado en el Ayuntamiento olontense, están cansados de sufrir a diario “el deplorable estado del camino -de unos dos kilómetros de longitud-, la única vía de acceso a nuestras casas”. A ello suman “los agricultores y ganaderos, que tienen esta vía los accesos a sus explotaciones”.
Además, estos vecinos alertan de “la afectación de esta vía a los servicios de urgencias sanitarias, bomberos, policía, asistencia domiciliaria o servicios comerciales, así como a los usuarios proveniente de las Moreras (Gibraleón) y el Rincón (Punta Umbría), dado que es el trayecto más corto para acceder a los servicios de la población más cercana, Aljaraque”.
El estado del camino es más que lamentable. “Esta vía está plagada de socavones que los usuarios tienen que sortear con cambios de dirección por la dimensión de los mismos y los materiales de relleno (escombros, hormigón, tierra, paja...), que han vertido algunos afectados con más voluntad que acierto”.
De hecho, estos vecinos lamentan que atravesar este camino “está suponiendo para los conductores un problema de seguridad vial y un trastorno económico derivado de las averías que se están ocasionando a sus vehículos”. De ahí que algunos opten por no salir de casa con la regularidad deseable.
Por todo ello, piden al Ayuntamiento de Gibraleón “sensibilidad” y que recuerdan que “el Camino del Rincón también es Gibraleón”.
Pendiente de aprobación
Viva Huelva ha contactado con el Consistorio, y en palabras de su alcaldesa, Lourdes Martín, el arreglo de este camino se ha incluido dentro de la solicitud de proyectos a la convocatoria 2016 de los fondos PFEA del Estado a través de Diputación. Ahora están a la espera de la respuesta de la institución provincial, aunque Martín confía en que recibirán el visto bueno, de modo que las obras podrían empezar a principios de verano. De hecho, asegura que la memoria del proyecto ya se ha redactado.
La alcaldesa explica que tras atender las demandas de los vecinos “entendíamos que era prioritario”, pero recuerda que “Gibraleón tiene 17 diseminados (pequeños núcleos rurales), lo que implica una cantidad de caminos tremenda”. A eso suma que “nuestro presupuesto propio es muy escaso”.