).- Las pruebas halladas en las investigaciones y las diligencias practicadas hasta el momento en la causa por el doble crimen de Almonte (Huelva) en abril del 2013 en el que perdieron la vida una niña de 8 años y su padre, concluyen que ella fue "una víctima accidental" en los hechos.
Así se recoge en el último auto de la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de La Palma del Condado (Huelva), que instruye el caso, al que ha tenido acceso Efe, incidiendo en que las víctimas "sufrieron de forma sorpresiva un ataque con un cuchillo jamonero por parte de una persona que iría provista de guantes y a la que conocían".
Por estos hechos está en prisión desde junio del 2014 F.J.M., pareja sentimental de la madre y expareja de las víctimas cuando sucedieron los hechos, al que se le ha denegado recientemente su puesta en libertad por entender la juez que hay indicios para considerarlo criminalmente responsable de los hechos.
Indica en su auto la titular del juzgado que la conclusión, a la vista del examen del escenario del crimen, es que quien entró en la vivienda "lo hizo para matar no para robar", tal como puso de manifiesto en su declaración la madre y expareja de las víctimas, y precisa aún más apuntando que "lo hizo para matar al padre, ya que sólo contra él se arremetió hasta ocasionarle heridas mortales".
Dicho esto, señala que la niña fue más una "víctima accidental" por hallarse presente en la vivienda en el momento de los hechos, ya que "ninguna de las heridas que se le causó fue de carácter mortal, habiendo fallecido desangrada".
Precisa la titular del juzgado en su auto que el fallecido "presentaba una herida muy superficial en forma de aspa, como una especie de señal dejada por el asesino una vez que éste se encontraba en el suelo tendido boca abajo, posición en la que fue hallado el cadáver, lo que sugiere que el asesino lo conocía y entró para matarlo precisamente a él".
También destaca el dato de que "la niña fuera cubierta por una manta por el propio asesino, lo que podría ser otro indicio de que el asesino conocía a la menor".
Los hechos ocurrieron el 29 de abril del 2013 y fue el abuelo y padre de las víctimas las que los encontró en el interior de la vivienda; catorce meses más tarde se detuvo por los mismos a F.J.M. una persona definida como "celosa y temperamental" por la que era su pareja y sus compañeros de trabajo, quien mantenía una relación de enemistad con la víctima precisamente a causa de la relación que ambos mantenían con ella.