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Huelva

La Policía dice que desde el primer momento sospecharon de alguien de dentro de la Aduana

Segunda sesión por el robo de hachís en la Nochevieja de 2012

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El inspector jefe de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) de Huelva que dirigió la investigación del robo de 1.022 kilos de hachís en la Aduana de Huelva coincidiendo con las Campanadas de 2013 ha asegurado hoy que "desde el primer momento" sospecharon de la participación de "alguien de dentro".

Durante su declaración en la segunda sesión del juicio que por esta causa se celebra en el Juzgado de lo Penal número 4 de Huelva, esta persona ha indicado que del primer visionado que se realiza de las imágenes de las cámaras de seguridad del edificio de Aduanas, que fueron facilitadas a requerimiento de la Policía por el vigilante implicado en la causa, se puede sacar esta conclusión.

Ha indicado que en ellas, en la que se ve la secuencia del robo, se observa como las puertas "no fueron forzadas" y que se abrieron de manera automática, haciendo uso de un mando, no quedando claro si el acceso al almacén de la droga se realizó mediante el código de desactivación.


"Desde el primer momento se sospechó que había implicado algún trabajador de Aduana", ha indicado, además ha destacado la precisión con la que una de las personas que accedió al edificio conocía las instalaciones: "El que no ha estado allí antes, se pierde totalmente", ha precisado.

También contribuyó a pensar en la implicación de un trabajador, ha apuntado, el hecho de que "supieran que había fardos en ese momento", pues no siempre es así.

El jefe de la Udyco ha narrado que la investigación, después de que el Jefe de Aduanas interpusiera la denuncia por el robo, se centró en los datos obtenidos de las inspecciones oculares, de dos muestras de ADN positivas y de el estudio del tráfico de llamadas entrantes y salientes de la zona en la que está ubicado el edificio de Aduanas y de la finca de San Juan en la que se encontró el remolque utilizado para el robo.

Del análisis de este último registro de llamadas se detectan once teléfonos denominados "calientes" que estaban relacionados con ambos puntos y comienzan a hacerse vigilancias y ha tomar declaraciones que llevan, poco a poco, a cada uno de los acusados.

Sobre el vigilante de seguridad y las presuntas amenazas que sufrió por parte de los acusados que se desplazaron desde Sevilla con la intención de saber cuánta droga había en la Aduana para perpetrar el robo, el policía ha asegurado que "no duda que las hubiera" pero ha mostrado sus dudas de que éste "accediera a las coacciones y les entregara el mando".

Ha negado que la Policía "indujera" a ninguna de las personas a las que se detuvo en el marco de la investigación a que reconocieran a determinados implicados, como ayer dijeron algunos testigos, y ha precisado que se le tomó declaración a todos por separado.

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