Estaba avisado de que iba a recibir la llamada de Viva Huelva. Así, cuando descolgó el teléfono su saludo no pudo tener otra forma que la de un chiste: “Compadre, ¿tú te acostaste con tu mujer antes de casarte con ella?”. “Yo no, compadre, ¿y tú?”. “Yo sí, pero te juro que no sabía que se iba a casar contigo”.
Es lo que hay cuando se tiene la virtud de encontrar un chiste para casi todas las situaciones. Esa virtud la tiene Andrés Rangel Sánchez, al que todos conocen como Parrondo. Este lepero, nacido en Carmona allá por diciembre de 1973, vive a sus 39 pa’ 40 uno de los momentos dorados de su vida. Al menos, en lo que a reconocimiento social se refiere. Todo el que lo conoce sabe de su facilidad para contar un chiste y otro y otro. “He tenido la afición desde pequeño”, dice Parrondo, que ahora de mayor empieza a abrirse camino por los escenarios humorísticos.
Pintor (de brocha gorda) de profesión, es habitual colaborador en un programa de entretenimiento de una televisión onubense. Pero el salto que lo ha llevado a ser noticia a nivel nacional lo dio al proclamarse campeón de la primera edición del Concurso de Chistes ‘Made in Lepe’, organizado en marzo en la localidad onubense para promocionar los chistes como una forma de conocer lo que se defiende como un patrimonio autóctono del popular pueblo. En la edición, su manera directa con voz ronca de contar las historias, mezclado con una cara que él mismo dice que “ya es un chiste ella sola” y una risa fácil y contagiosa, le valió para hacerse con el simpático galardón por delante de una veintena de aspirantes. En la noche de la final, echó mano de chistes como: “Mamá, ¿recuerdas ese jarrón que tenemos en el mueble del salón desde hace 200 años, que ha pasado en nuestra familia de generación en generación y de generación en generación?”. “Sí, hija”. “Pues esta es la última”.
Personaje necesario en épocas de tristeza colectiva como la actual, Parrondo siempre tiene un chiste bajo la manga. Y aunque hizo sus pinitos en el mundo del monólogo, cuando se siente como pez en el agua es a la hora de una batalla de chistes, género al que defiende a capa y espada: “Es verdad que los chistes no están muy en auge, porque se lleva mucho más el monólogo, pero pienso que el humor de un chiste es más directo, llega más a la gente, es más rápido sacarle a la gente unas risas. Pero el liderato del monólogo es pasajero. Estoy seguro de que los chistes volverán a estar donde se merecen”.
Con humoristas como él, el chiste de Lepe, en particular, y el chiste en general, tiene larga vida asegurada. Y es que es todo un ‘jartible’ de este género humorístico: “Tengo unos 500 que puedo contar en algún momento, pero no utilizo más de 280”. Ahí queda eso. Andrés Rangel Sánchez, el mejor contador de chistes de Lepe y parte del extranjero.
