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Huelva

De nuevo los desahucios

La presión popular y la desesperación de una familia, lograron este jueves que una entidad bancaria accediera a la dación en pago de dos viviendas en subasta

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Huelva vivió este jueves un nuevo episodio de protesta contra el injusto sistema hipotecario que permite desahuciar a la gente y dejarlo con una deuda que le va a lastrar de por vida. Un sistema cuestionado por Europa, que decidirá si tiene visos de legalidad, pero que desde luego, lo que sí ha dejado claro es su falta de ética y moral.

En esta ocasión, se trata de un caso doblemente injusto, porque supone la subasta de dos viviendas, la del hijo que compró una, y la del padre que avaló con la suya.

La subasta, que ya podía respetar al menos el inmueble paterno, parece ya inevitable, pero al menos, los afectados, con el apoyo de la plataforma Stop Desahucios, consiguieron el compromiso de la entidad bancaria de que se les aplicará la dación en pago. Un compromiso que ya se había adquirido en diciembre, pero que ahora se había deshecho unilateralmente. Por eso, urge que se legisle ya para todos y de forma obligatoria, porque no se pueden dejar las cosas al capricho de la parte más poderosa, ya que hasta ahora las medidas adoptadas por el PP han dejado a las familias al albur de la posible buena fe de las entidades financieras, que sin embargo, no han sido sometidas a ninguna exigencia. 

En resumen, no parece entender que la dación en pago es una cuestión de justicia, pero además, porque un millón cuatrocientas mil firmas así lo han pedido en forma de iniciativa legislativa popular que no puede demorarse más tiempo.

Sin embargo, las expectativas no se cumplen y además, el propio Mariano Rajoy ha arropado de nuevo en el Congreso a esas entidades financieras que han cuadrado balances y repartido sueldos hiperbólicos a directivos a costa del dinero de todas y todos, utilizado para un rescate que no ha aportado nada al ciudadano de a pie y sólo le ha restado, al tiempo que ha supuesto más inflación. Lo ha hecho esta vez con un argumento que roza el cinismo, al señalar que la dación en pago y la paralización de los desahucios “podría dañar sin remedio el acceso futuro de todas las familias a los préstamos”. Parece, que los afectados hoy por la reforma laboral del despido y los recortes que promueve el PP, son menos importantes. De nuevo, se anteponen los intereses de los bancos, apoyados con cantidades multimillonarias de dinero sin contrapartida alguna, y de los mercados antes que trabajar por las familias, a las que tanto apela en sus discursos como destinatarias de la política de la formación de derechas. 

Unas familias, sometidas a continuos recortes y, como ya se ha dicho, a una reforma laboral que está disparando las cifras de paro, lo que trae, en una suerte de círculo vicioso, más impagos de hipotecas, más deuda, más desahucios y más drama.

Así pues, en definitiva, sigue en sus treces y no da un paso adelante, pese a lo que dice la lógica, reclaman los ciudadanos en forma de Iniciativa Legislativa Popular, sostienen los partidos de la oposición, ocurre en tantos países de nuestro entorno, y manda el sentido común, cuando hasta los bancos, en ocasiones como las de ayer, empiezan a desmentirlo.

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