Dimite el Sargento de Bomberos en Estepona ante la falta de personal y medios del servicio

Publicado: 23/06/2014
Una plantilla mermada, donde no se cubren vacantes, vehículos que tardan meses en repararse, material caducado o inexistente, formación nula o denegada, son algunos de los motivos que le han llevado a renunciar a su puesto \"por resultar infructuoso\". La otra cara del servicio de Bomberos en Estepo
"Hay numerosas circunstancias por las que no me siento capaz de desarrollar mi función ni asumir la responsabilidad". Así reza el encabezado del escrito que Francisco Javier Luque Sánchez, Cabo de Bomberos, dirigió el pasado 3 de junio al Ayuntamiento de Estepona para anunciar su dimisión como Sargento de Bomberos, plaza que ocupaba en comisión de servicio.

Hasta el momento, el Consistorio no ha comunicado esta renuncia de forma oficial. Lo que sí hacía el equipo de Gobierno la pasada semana, coincidiendo en fechas con el escrito, era anunciar la adquisición de un nuevo camión de bomberos para prestar servicio en el casco antiguo de la localidad, así como la llegada de nuevos cascos para la plantilla, junto a una retrospectiva de los avances alcanzados en materia de bomberos desde que el popular José María García Urbano es alcalde. Un panorama que contrasta con la realidad relatada por este bombero.

Falta de personal, de medios, material que caduca y que imposibilita prestar un servicio adecuado o averías que tardan meses en solucionarse se oponen a la imagen idílica del cuerpo vendida desde el área de prensa municipal. Hasta este escrito, en estos tres años, ninguno de los efectivos de bomberos había dado un paso al frente para denunciar la realidad que viven a diario, algo que, por el contrario, sí había ocurrido durante el anterior mandato municipal. Hasta ahora.

"Actualmente la plantilla está muy mermada, no se cubren vacantes y no se toman medidas para paliar esta circunstancia, teniendo en cuenta además que casi la mitad del personal no dispone de equipo de protección individual adecuado ni de uniforme de trabajo adecuado", relata el cabo que propone como solución primera hacer interinos a los cuatro conductores.

"Cuando un vehículo se avería, dependiendo de la característica de la avería, puede pasar meses en situación de baja, no disponiendo a veces de un vehículo fundamental para algún siniestro", narra, poniendo como ejemplo la situación de una Unidad TR1 para la extinción de incendios forastales, dada cuenta de que ya ha comenzado la época de mayor riesgo de fuegos.

Formación nula y denegada

La formación es otro de los puntos sobre los que hace hincapié y que le han llevado a tomar su decisión. Asegura que "prácticamente no existe y se deniega sistemáticamente el permiso para asistir a dichos cursos formativos mermando la calidad del servicio y en la seguridad del personal". Pero, por si fuera poco, el material con el que trabajan brilla por su ausencia. Así, describe que "va caducando y no se renueva". "Actualmente no disponemos de herramientas adecuadas para intervenir en accidentes de tráfico con garantías, entre otras herramientas", dice.

En su escrito relata que desde la fecha en que lo remite al Consistorio, 3 de junio, se han suspendido las prácticas de la unidad de Rescate en Altura, Unidad Canina de Rescate, Unidad de Investigación de Incendios y Gabiente de representación, aunque no concluye los motivos. "Debido a todos estos argumentos de peso, mi trabajo como Sargento es infructuoso y resulta poco motivador, presento mi dimisión y solicito pasar cuanto antes a un turno de trabajo", finaliza su escrito.

Un documento, al que ha tenido acceso VIVA ESTEPONA, y que muestra el lado más sombrío de la gestión municipal en una materia tan delicada y prioritaria como la labor de los bomberos, que no solo se limita a la conocida extinción de incendios y donde la vida de las personas, incluida la de los bomberos, está en juego.

 

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