Se está llevando a cabo una campaña para eliminar la oruga procesionaria de los pinos de la ciudad.
El teniente alcalde del área de Control Externo y Servicios, Blas Ruzafa, ha declarado que esta actuación se hace periódicamente cada año por los daños que puede provocar este insecto tanto en los árboles, ya que daña seriamente la foliación y los debilita, como en las personas y mascotas.
A este respecto, el responsable municipal ha indicado que la inhalación de los finos pelos de la procesionaria, donde oculta su veneno, puedo producir desde urticarias hasta reacciones alérgicas en niños y adultos. En el caso de los perros, éstos pueden sufrir necrosis en la garganta y en la lengua en caso de que ingieran el veneno que portan estas orugas.
Así, para combatir a este insecto, que supone la primera plaga forestal española, el Consistorio aplicará un total de 2.500 inyecciones en pinos, a razón de 3 aplicaciones por ejemplar, aunque en los de gran tamaño se ha llegado incluso a suministrar 5 unidades. El Ayuntamiento ha centrado esta actuación en parques públicos, en las grandes zonas de pinares, en las inmediaciones de los centros educativos y en las zonas verdes.
Según ha destacado el edil, el tratamiento preventivo que se está llevando a cabo es la mejor estrategia contra la procesionaria y clave para obtener los mejores resultados.
La aplicación de los productos se realiza mediante endoterapia, un método alternativo de tratamiento fitosanitario del arbolado urbano de bajo impacto medioambiental, ya que no emite químicos al medio. Además, se puede aplicar de forma rápida, sencilla y sin inversión en maquinaria, por lo que se ahorra también en consumo de agua y energía.