Los viajeros que lleguen a los aeropuertos y puertos españoles sin tener la PCR obligatoria se enfrentarán a una multa que puede llegar hasta los 6.000 euros, según ha dicho la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya.
La ministra ha explicado que se "recomienda" a las aerolíneas que verifiquen si los viajeros tienen hecha la PCR antes de subirse al avión, pero no se les obliga. Cuando lleguen a España tendrán que mostrar su documentación y, si no tienen justificante de la PCR tendrán que someterse a una además de pagar la multa.
En una entrevista en Antena 3, recogida por Europa Press, González Laya ha señalado que "son multas serias" pero que no pretenden ser recaudatorias, sino "disuasorias", porque lo que se pretende es que "los ciudadanos se comprometan y coresponsabilicen con el esfuerzo para garantizar una movilidad segura".
La obligación de contar con una PCR negativa realizada en las 72 horas previas al viaje entrará en vigor el 23 de noviembre para los viajeros procedentes de 65 países, entre ellos la mayoría de países europeos.
No lo será para otros como Grecia, Finlandia o Noruega, que tienen menor nivel de incidencia. La ministra ha señalado que lo que no es posible es tener un "riesgo cero", como no se tiene entre los propios españoles.
González Laya ha querido poner la medida en contexto señalando que, de los 5,2 millones de turistas que han entrado en España desde el mes de julio solo han dado positivo un total de 4.800. Los casos importados, ha dicho, suponen un 0,08 por ciento.
"Mirando las cifras esto no es un problema pero tenemos que asegurarnos de que no lo sea en el futuro", ha señalado. Según ha dicho, lo que pretende la medida es "crear confianza" y poder "ir abriendo gradualmente espacios de movilidad" que sean seguros.
ALINEADO A RECOMENDACIONES EUROPEAS
Además, ha afirmado que si la medida se ha aprobado ahora y no antes es porque España ha estado impulsando que haya recomendaciones homogéneas por parte de la Comisión Europea, para evitar que cada país tome medidas dispares.
"En cuanto la Comisión Europea ha dado estas recomendaciones nos hemos alineado", ha asegurado. En las recomendaciones adoptadas el pasado 12 de octubre se dice que "los Estados miembros no deberán denegar, en principio, la entrada a personas que viajen desde otros Estados miembros" pero que si lo consideran necesario podrán imponer restricciones a quienes viajen desde zonas "no verdes" conforme al mapa de riesgo europeo.
Esas restricciones pueden ser "que observen una cuarentena", que "se sometan a una prueba después de su llegada" o "antes de su llegada". También podrán "exigir a las personas que entren en su territorio que presenten formularios de localización de pasajeros". Las recomendaciones prevén elaborar un formulario europeo común de localización de pasajeros para su posible uso común.