En el avión, fletado por el turoperador TUI, han volado 189 pasajeros, de los que una veintena son periodistas y el resto turistas alemanes
Un vuelo procedente de Düsseldorf (Alemania) ha aterrizado a las 10:54 horas en el aeropuerto de Palma con los primeros turistas extranjeros que llegan a España desde que hace tres meses se cerraron las fronteras por la pandemia de coronavirus.
En el avión, fletado por el turoperador TUI, han volado 189 pasajeros, de los que una veintena son periodistas y el resto turistas alemanes que estrenarán la temporada de verano en el marco de un plan piloto que adelanta seis días a la apertura de las fronteras.
El vuelo de Düsseldorf, al que seguirá esta tarde otro con origen en Fráncfort, es el primero de los 47 autorizados hasta el 30 de junio en los aeropuertos de Mallorca, Ibiza y Menorca por el Ministerio de Sanidad para el plan de reactivación segura del turismo.
Debido a la decisión del Gobierno de adelantar la reapertura de fronteras al turismo al 21 de junio, la duración del proyecto queda en apenas una semana, y los vuelos previstos en estos primeros días en seis -cinco en Mallorca y uno en Ibiza-, ya que los otros 41 estaban programados a partir del próximo domingo.
No obstante, TUI, que ha programado casi una treintena dentro del plan piloto, ha indicado que mantendrá esta oferta para lo que resta de junio y esperará al 1 de julio para ampliarla y atender una demanda que prevé creciente, según ha declarado un responsable de la compañía en el aeropuerto.
El plan piloto está previsto para un máximo de 10.900 turistas procedentes de los aeropuertos alemanes de Düsseldorf, Fráncfort, Hamburgo, Hannover y Stuttgart, y ha sido negociado con los turoperadores TUI, DER Touristik y Schauinslad-Reisen y las patronales hoteleras.
Los alojamientos preparados para estos turistas han sido acondicionados con medidas de seguridad, dotados de cartelería y señales para promover el seguimiento de las recomendaciones sanitarias por parte de los huéspedes y atendidos por personal con formación específica.
Los viajeros deben rellenar en el avión un cuestionario de salud, someterse a su llegada a un control de temperatura, facilitar su teléfono y lugar de alojamiento para que personal del Gobierno de Baleares haga un seguimiento de su estado de salud.
El ejecutivo autonómico tiene contratados apartamentos para aislar a algún visitante que pueda dar positivo de coronavirus mientras no requiera hospitalización. En caso de que sí lo precise, recibirá la misma atención que cualquier residente, igual que los contactos de posibles positivos se seguirán de la misma forma que cuando se producen entre la población local.