El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha asegurado este viernes que ni él ni nadie de su departamento ni de la Dirección General de la Guardia Civil solicitó al coronel Diego Pérez de los Cobos, cesado de su cargo como jefe de la Comandancia de Madrid, el informe que se remitió a la juez sobre la manifestación del 8M y la primera respuesta política en el inicio del contagio de coronavirus.
"Ni este ministro, ni nadie del Ministerio, ni de la Dirección General de la Guardia Civil ha solicitado al señor Pérez de los Cobos ni el informe ni el acceso al contenido del informe al que usted ha hecho referencia", ha asegurado Grande-Marlaska en su último turno de palabra en respuesta a una pregunta directa sobre esta cuestión del senador del PP Fernández Martínez Maíllo.
Como el miércoles en la sesión de control en el Congreso, Grande-Marlaska ha negado injerencias en la investigación abierta en el Juzgado de lo Penal 51 de Madrid y en la que está imputado el delegado del Gobierno, José Manuel Franco. Vox, que ha anunciado una querella, preguntó por las llamadas el domingo a Pérez de los Cobos de sus superiores José Antonio Berrocal y Fernando Santafé y, luego, de la directora general de la Guardia Civil, María Gámez.
El PP, Ciudadanos y Vox han vuelto a pedir este viernes la dimisión de Grande-Marlaska y han cuestionado la versión sobre el cese de Pérez de los Cobos y los relevos en la cúpula de la Guardia Civil. Martínez Maíllo, en concreto, le ha afeado que durante las cinco horas de comparecencia en el Senado no hubiera contestado a la pregunta --lo hizo al final-- de si había cesado al coronel jefe en Madrid al negarse a facilitarle el informe o detalles del mismo.
El senador del PP ha comparado la falta de respuesta, en un primer momento, con el "derecho a no declarar" en sede judicial. Remitiéndose a la condición de juez de Grande-Marlaska, lo ha acusado de desempeñarse con los mandos de la Guardia Civil con "injerencia, entrometimiento o mangoneo". Además, ha apuntado que podría enfrentarse a un hipotético delito de obstrucción a la justicia.
En su defensa, Grande-Marlaska ha mencionado la etapa de su antecesor en Interior, Juan Ignacio Zoido. "Otros cambian un real decreto de estructura orgánica y desaparece la figura del DAO", ha dicho, aunque haciendo constar que prefería por respeto no nombrar al DAO que fue destituido entonces por el Gobierno del PP, Pablo Martín Alonso, "una de las personas más reconocidas en la historia de la Guardia Civil".
PIDE "COMUNICACIÓN PERFECTA" EN SU EQUIPO
Grande-Marlaska ha defendido su "libertad" y la de sus subordinados, citando en concreto al secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, y a la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, para conformar sus equipos con cargos de libre designación, a los que pide que sean "profesionales, competentes, neutrales y que tengan una comunicación perfecta entre ellos".
"Inmiscuirme ni lo utilizo ni lo conjugo", ha continuado el titular del Interior, retimiéndose a los 30 años como juez para sostener que en su caso es "más difícil traspasar ciertas líneas rojas". Esa confianza en los cargos de libre designación la ha alegado para hablar de otro cese, el del responsable de Prevención de Riesgos Laborales de la Policía, José Antonio Nieto, algo que ha relacionado con la "filtración" de un borrador sobre medidas para evitar contagios de Covid-19.
En su intervención, Grande-Marlaska ha señalado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le pide "compromiso y cumplimiento del programa", y que él marca las líneas de su departamento y forma su equipo para actuar con eficacia. "Esa misma libertad la practico con el resto de mis colaboradores. Yo establezco directrices que vienen en nuestro programa", ha comentado.
En este sentido, ha defendido los nombramientos de los generales de división Pablo Salas y Félix Blázquez como director adjunto operativo (DAO) y Mando de Operaciones, respectivamente, agradeciendo a los tenientes generales que dejan estos cargos, Laurentino Ceña y Fernando Santafé.