El plan logístico llevado a cabo ha consistido en habilitar varios pabellones: los más completos son el 7 y el 9, con un total de 1.396 camas
El recinto ferial de Ifema, en Madrid, está siendo reconvertido en el 'hospital' más grande de España con el fin de convertirse en el gran muro de contención frente al coronavirus en una región que ha superado ya el millar de fallecidos y se acerca a los 10.000 casos positivos.
Inspirado en las Arcas de Noé de la ciudad china de Wuhan, epicentro de la pandemia, la Comunidad de Madrid, en colaboración con el Ministerio de Sanidad y la Unidad Militar de Emergencias (UME), están transformando radicalmente el complejo, que ya ha recibido a los primeros pacientes derivados de otros hospitales de la Comunidad.
El plan logístico llevado a cabo ha consistido en habilitar varios pabellones: los más completos son el 7 y el 9, con un total de 1.396 camas, de las que 1.300 son convencionales y 96 se utilizarán como puestos UCI; mientras que el 5 se encuentra ya habilitado con 200 camas para asistir a los primeros pacientes con síntomas leves.
Concretamente, el pabellón 9 tiene ya listos 15 módulos de 50 puestos convencionales cada uno (750 camas) y cuatro módulos UCI, con 16 camas en cada uno de ellos (64 en total), además de los específicos para control de enfermería, trabajo médico y descanso.
"La separación entre las camas convencionales es de tres metros, una distancia con bastante holgura para que, si fuera preciso, poder ampliar de 50 camas en cada módulo a 82; una medida que no podría aplicarse en el caso de las de UCI, que deben guardar esa distancia implantada como medida de máxima seguridad", asegura José Pérez Blanco, coordinador de construcción de este centro sanitario temporal, cuyo tamaño es comparable al de dos hospitales juntos.
Los módulos, construidos idénticos unos de otros de forma que la misma formación recibida en uno servirá para el resto, están separados por mamparas para poder habilitar también varios pasillos para el adecuado tránsito de personal sanitario.
En el centro del pabellón se instalarán contenedores de baños y duchas portátiles, cuyo trabajo está siendo realizado por la UME.
En el pabellón 7 el trabajo está siendo similar, con la única diferencia que en éste se han creado once módulos con 50 camas de hospitalización convencional cada uno (550 en total), y dos módulos para UCI con 32 camas en total (16 por módulo).
También se ha comenzado la instalación de depósitos de oxígeno líquido y las tuberías de distribución bajo los dos pabellones, un trabajo vital para dar asistencia respiratoria a todos los afectados por el virus.
El pabellón 5 ha sido el primero en ponerse en funcionamiento, éste con 200 camas y otras tantas bombonas de oxígeno para dar asistencia primaria a los primeros pacientes con sintomatología leve, como los que ingresaron ya anoche.
En el caso de que la situación llegara al desbordamiento, el plan prevé disponer de dos pabellones más (1 y 3) para ampliar los espacios sanitarios e incrementar el número de camas a 3.000 en un primer escenario, y, si la situación lo requiriese, poder llegar hasta las 5.500 en total.
El objetivo marcado por la Consejería de Sanidad del gobierno regional es que las obras concluyan en su totalidad este martes, que será cuando este nuevo hospital empiece a trabajar a pleno pulmón.
Finalmente, y en paralelo a este gran centro hospitalario, y en colaboración con la Cruz Roja, se ha puesto en marcha en el pabellón 14 un albergue con 150 camas ampliables a 600 para acoger a personas sin hogar, separados por edad, con el fin de que puedan cumplir con el confinamiento que requiere el estado de alarma decretado para contener al virus.