Un general responsable de la estrategia de seguridad nacional y tres mujeres del ámbito civil con carrera en el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) figuran en las quinielas como candidatos a la dirección de los servicios secretos españoles, un asunto sobre el que el Gobierno decidirá próximamente.
Tras relevar este martes al general jefe de la cúpula militar, el Jemad, el Ejecutivo de Pedro Sánchez deberá abordar ahora el nombramiento del director o directora del CNI, que se quedó con un mando interino después de la marcha el pasado julio del general Félix Sanz Roldán por finalización de su mandato.
Después de un lapso con Mariano Rajoy en que dependió de Presidencia, la inteligencia española volvió con Pedro Sánchez a estar subordinada del Ministerio de Defensa de Margarita Robles, que lleva ya un año y medio en el cargo y ha tenido así tiempo para pensar en la persona más idónea. En todo caso, el candidato tendrá que ser refrendado por el presidente del Gobierno.
En el mismo complejo donde reside Sánchez trabaja desde junio de 2018 el general que se baraja para dirigir el CNI, Miguel Ángel Ballesteros Martín. Es el director del Departamento de Seguridad Nacional (DSN), un órgano emplazado en un búnker de la Moncloa que reporta y asesora directamente al presidente sobre los principales problemas que afectan a la seguridad de España.
El nombre de Ballesteros, segoviano de 66 años, suena entre las fuentes de inteligencia consultadas por Efe, que recuerdan el buen resultado que dio al frente del CNI otro militar, Sanz Roldán, quien dio estabilidad al centro al mantenerse en el cargo diez años con gobiernos populares y socialistas.
Especialista en yihadismo, antes de ponerse al mando del DSN Ballesteros dirigió durante casi una década el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), que se dedica a analizar los retos en seguridad y defensa a los que se enfrenta el país y asesorar al Ministerio de Defensa.
También se perfilan como candidatas a liderar la inteligencia española otras tres mujeres, esta vez del ámbito civil pero que, a diferencia de Ballesteros, han hecho carrera en el CNI. Una de ellas es Esperanza Casteleiro Llamazares, próxima a la ministra Robles ya que es la jefa de su gabinete.
Casteleiro (Madrid, 1956) ingresó en el CNI en 1983 y ocupó el cargo de secretaria general del centro entre 2004 y 2008, por lo que conoce a la perfección el funcionamiento de "la casa" y a todos sus integrantes.
La actual mano derecha de Robles se considera una experta en contraterrorismo y ha estado destinada en Cuba y Portugal, además de trabajar en el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), que reúne a representantes de la Policía, la Guardia Civil y el CNI.
Otra ex secretaria general del CNI de la que se habla como posible directora es Elena Sánchez Blanco, nacida en El Aiún en 1962, de familia militar, que en su día sustituyó a Casteleiro en la Secretaría General y es ahora jefa de Seguridad e Inteligencia del Banco de Santander.
Licenciada en Filología Inglesa, con un máster en traducción y otro en el Magreb, entró en el CNI en 1988 y, antes de dejarlo en 2018 para irse a la empresa privada, ocupó puestos como el de jefa del gabinete de la Unidad Antiterrorista del CNI y delegada del centro en Washington.
Al frente del organismo que coordina la labor de unas 3.500 personas (mitad militares, mitad civiles) que trabajan para "aportar elementos para que el Gobierno pueda tomar decisiones sobre seguridad física, digital y económica" también podría continuar su actual directora interina, Paz Esteban López.
Esteban, nacida en 1958, es licenciada en Filosofía y Letras e ingresó en 1983 en el entonces conocido como Centro Superior de Información de la Defensa (CESID). Era la secretaria general cuando Sanz Roldán dejó el puesto el pasado verano.