El éxito de la UMP se produjo sobre una base electoral dominada por la gran abstención, porque casi el 60% del electorado en Francia, país miembro fundador de la Unión Euopea y sede del Parlamento Europeo, ignoró la convocatoria a las urnas en esta ocasión.
El partido del presidente, Nicolas Sarkozy, con cerca de un 28% de los votos, mejoró sus expectativas en estos comicios.