Los comicios son una prueba del poder del Gobierno iraquí para mantener la seguridad, tras haber asumido el control en varias provincias, antes bajo la supervisión de fuerzas extranjeras, y haber firmado un pacto con Washington para el repliegue total de las tropas de EEUU, a finales de 2011, como muy tarde.
El analista Amar al Jafayi, dice que los comicios son “una verdadera prueba sobre la capacidad de las tropas iraquíes de mantener la seguridad”.