Desmantelan un clan familiar de 'carcos' en Alcalá

Publicado: 03/05/2012
Escondían la cocaína en calcetines verdes y la heroína, en los de color blanco
Agentes de Policía Nacional han detenido en Alcalá de Guadaíra (Sevilla) a los presuntos integrantes de un clan familiar dedicado al tráfico de drogas. Los detenidos tienen edades comprendidas entre los 18 y 52 años y varias detenciones por diferentes delitos.

Según ha informado la Policía en un comunicado, la investigación comenzó en noviembre de 2011 y ha culminado este mes de abril con la desarticulación total del supuesto clan.

La Policía ha añadido que el patriarca de la familia hacía uso de tres domicilios situados en la Plaza María Zambrano de esa localidad a cargo de los cuales ponía a sus hijas para gestionarlos como puntos de venta.

La venta de la sustancia se efectuaba en unas ocasiones utilizando estos domicilios que estaban provistos de diferentes medidas de seguridad, llegando uno de ellos a tener una reja delante de la puerta de entrada a la casa para poder realizar las transacciones sin tener que entrar nadie en el interior, pero dificultando a su vez la visibilidad al aprovechar la oscuridad del zaguán.

Otras veces la vendían directamente en la calle, llevando encima las dosis mínimas y subiendo a proveerse al domicilio de la madre que era utilizado como almacén. En estos casos realizaban la venta en la calle, guardaban las dosis en bolsos o bolsas de plástico que a su vez escondían en el mobiliario urbano de dicha plaza para no llevar la droga encima, de forma que no llamaba la atención, agrega el comunicado.

En el domicilio de la madre, según la Policía, utilizado como almacén, era el lugar donde se preparaban las dosis y se suministraba el material a los diferentes puntos de venta. Esta fase supuestamente era realizada por uno de los hijos del patriarca, quien además era el encargado de realizar los portes de "tele-coca", es decir llevar la droga al comprador tras haber efectuado el pedido por teléfono.

Según la Policía, en el funcionamiento de este clan resulta primordial la labor tanto del padre como de la madre. El primero, jefe del clan, se encargaba de impartir las correspondientes instrucciones al resto de los integrantes para el desarrollo de sus labores y situándose en los soportales de la plaza, organizaba y dirigía a los clientes para que se dirigieran a los diferentes puntos de venta.

Por otra parte, la madre, que vivía en el piso-almacén tenía encomendada supuestamente la guarda de la sustancia que no iba a tener una salida inmediata al mercado, evitando una cantidad excesiva en el resto de domicilios utilizados como puntos de venta. Las hijas gestionaban los otros dos domicilios a donde acudían los comparadores, mientras que el hermano gestionaba el "tele-coca"" y hacía los cortes a las sustancias estupefacientes.

La Policía considera que también formaban parte del clan amigos de los hijos, quienes realizaban, entre otras, labores de vigilancia para detectar a la Policía o para proteger la sustancia destinada a la venta, llegando a dañar el alumbrado público para crear zonas oscuras que impidieran la visibilidad y ocultar sus actos.

REGISTROS POLICIALES

La Policía inició las investigaciones en torno a este clan realizando numerosas vigilancias a fin de detectar el trasiego de compra y venta de la sustancia. Pretendía identificar y localizar a todos los integrantes del clan familiar así como a los diferentes colaboradores para su posterior detención.

Con autorización policial se efectuó la entrada y posterior registro de los tres domicilios, encontrándose la droga empaquetada en dosis y escondida en el interior de calcetines colgados en el tendedero de la vivienda, dependiendo el color del calcetín del tipo de droga que ocultaba, siendo el verde para la cocaína y el color blanco para la heroína.

La Policía se incautó de 108 dosis de cocaína, 25 de heroína, ocho cajas de tranxilium, 13 gramos de hachís, heroína suficiente para preparar 4.200 dosis más, dinero, móviles, un coche y diverso material relacionado con el tráfico de drogas.

Los detenidos, tras prestar declaración en dependencias policiales, fueron puestos a disposición de la Autoridad Judicial, quien decretó el ingreso en prisión de ocho de ellos.

En la investigación, llevada a cabo por la Policía Nacional de Alcalá de Guadaíra, participaron efectivos de la Udyco y de los GOES de Sevilla.

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