Flores, bufandas de clubes y pancartas con mensajes como 'Adiós Moro, siempre estarás en nuestros corazones' colgaban en las rejas fuera de la iglesia en el distrito de Monterosso, donde creció Morosini, exinternacional sub-21 de Italia que falleció con solo 25 años.
Miles de personas aplaudieron y tocaron el féretro de Morosini cuando fue retirado de la iglesia envuelto en su casaca número 25 del Livorno. Además, la camiseta azul y negra con el número 8 que usó como juvenil en el club de su ciudad, Atalanta, también fue colocada encima del ataúd al ser ubicado en el vehículo fúnebre. "Esto no solo golpeó a la familia sino a toda la comunidad y a toda Italia", dijo el presidente de Bérgamo, Gianpietro Foschi.
Ahora, la policía italiana investiga las causas de su muerte además de si se produjeron alguna negligencia. Tras su desplome, el jugador fue trasladado rápidamente al hospital, pero los médicos no pudieron revivirlo. Una autopsia no logró establecer la causa de la muerte pero descartó un ataque cardíaco o una aneurisma, con lo que se ordenaron más exámenes.
Entonces, una investigación se inició para averiguar si hubo retrasos a la hora de intentar salvar la vida de Morosini. De hecho, había disponibles desfibriladores que no fueron utilizados.
La investigación también analiza si se perdieron minutos vitales debido a que había un coche de policía bloqueando una entrada al estadio e impidiendo el ingreso de la ambulancia.