En una nota, Renfe explica que la línea de cercanías C-5 ha sido utilizada por 761.500 viajeros en su primer año de servicio, ya que se puso en marcha el día 28 de marzo del año pasado con trenes diarios entre Virgen del Rocío y Benacazón, realizando paradas en los municipios sevillanos de Camas, Valencina-Santiponce, Salteras, Villanueva del Ariscal-Olivares, Sanlúcar la Mayor y Benacazón. La frecuencia de paso de esta línea es de un tren cada 40 minutos en horas punta y cada 60 minutos el resto de la jornada.
En cuanto a la línea C-2, que se puso en marcha el 20 de febrero, ha sido la estación de la Cartuja la que obtuvo mayor demanda, con 6.230 viajeros subidos, seguida de Sevilla-Santa Justa con 5.651, mientras que San Jerónimo y Estadio Olímpico han alcanzado 1.261 y 523 usuarios, respectivamente.
Los flujos de viajeros registrados en este primer mes de servicio de la línea, con una media diaria de 441 viajeros, muestran la permeabilidad que se produce entre la C-2 y el resto de líneas que forman parte la red de cercanías de Sevilla. Así, en torno al 60 por ciento de los viajeros que suben al tren en Cartuja y San Jerónimo tienen como destino final otros puntos del núcleo de cercanías, a los que acceden mediante enlace en la estación de Santa Justa.
En el caso de las estaciones de Santa Justa y Estadio Olímpico, sin embargo, la mayor parte de los viajeros se desplazan dentro de la propia C-2.