El presidente de la Sociedad Española de Inmunología, Marcos López Hoyos, ve "razonable" el fin de la mascarilla en interiores, pero pide llevarla si se presenta un cuadro vírico, aunque no parezca covid-19, porque recuerda que la pandemia "genera problemas cuando se le da la menor oportunidad".
En una entrevista con Efe a una semana del fin de la obligatoriedad de la mascarilla en interiores, el también director científico del Instituto de Investigación Valdecilla (Idival) entiende la medida, pero avisa de que los centros sanitarios están recibiendo más casos de otros virus, lo que significa que "la gente ya ha relajado el uso" de este elemento de protección.
"Llevamos mucho tiempo en pandemia y todo es entendible", señala López Hoyos, quien destaca la situación "estable" de la incidencia del virus, que, eso sí, "no baja de 400, aunque es difícil de controlar porque el rastreo ya no es tan exhaustivo".
Según explica, los indicadores de la pandemia reflejan una estabilización que puede ir "hacia abajo, pero también puede ir hacia arriba".
Eso sí, la hospitalización está "muy controlada". "Van bien las cifras. La gente está protegida por la vacuna, afortunadamente hay en Cantabria una vacunación por encima del 90 por ciento, al igual que en el país", valora.
A su juicio, la estabilización de los datos "es una buena noticia", pero llama a esperar a ver cómo influirá el aumento de los contactos sociales con motivo de la Semana Santa.
"Lo que más nos preocupa son las residencias y la gente más vulnerable, que tiene más posibilidad de una enfermedad grave si se infectan, sobre todo a partir de los 80 años. En principio, está controlado", subraya.
López Hoyos entiende que la sociedad "necesita un cierto nivel de normalización", pero aboga por seguir vigilantes con la incidencia y la hospitalización.
"Tenemos que ser flexibles y rápidos por si hay que tomar nuevas medidas. Esperemos que no", recalca.
Teniendo en cuenta que el 20 de abril será posible quitarse la mascarilla en la mayoría de espacios interiores, el presidente de la Sociedad Española de Inmunología cree que después de una semana -el tiempo de incubación, más o menos- se verá si tiene impacto.
"Veremos si de aquí al domingo de la semana que viene hay un aumento en los ingresos, visitas a urgencias... Si no es así, podremos decir que el peligro más cercano ha desaparecido", opina, antes de apostar por "tomar medidas ante la más mínima sospecha" de un repunte.
Y recomienda usar mascarilla a quien "tenga un cuadro vírico con malestar, fiebre o dolor muscular, aunque no sea covid, porque así evitará infectar a otras personas". "Ahora más que nunca es importante la responsabilidad individual", añade.
"Lo que está claro es que este virus en dos años nos ha demostrado de que cuando le damos la menor oportunidad, la aprovecha para generarnos problemas", insiste.
Marcos López Hoyos todavía ve precoz que la covid se convierta en un virus más y aboga por ver su evolución hasta el verano.
"Vamos a ir viendo cómo se comporta de aquí al verano, pero es probable, y el escenario más lógico, que se convierta en una viriasis -infecciones respiratorias agudas- estacional, si no hay ninguna otra onda", resalta.
Si esto ocurriera, cree que habría que vacunar a la población más vulnerable al virus con una dosis anual de recuerdo.