Se dice que nunca llueve a gusto de todos, pero es cierto que la ciudadanía portuense este año está molesta y más descontenta por las decisiones tomadas en relación al alumbrado navideño.
En primer lugar, barrios que tradicionalmente contaban con uno o varios puntos de alumbrado navideño, este año se han quedado sin el mismo, trasladándose esta decoración a otros puntos de la ciudad. Así, parte del alumbrado que se colocaba en Las Nieves, El Tejar o Los Frailes, ahora se han ido hasta Costa Oeste y otros lugares. Por ello, los vecinos se sienten de “segunda o de tercera. Nosotros por norma general hemos tenido siempre alumbrado, y ahora viene este equipo de Gobierno y nos lo quita. ¿Qué pasa que no somos igual de ciudadanos que los de Costa Oeste? Que compren más luces para contentar a sus votantes y nos dejen a nosotros”, explica M. S., una vecina de Los Frailes.
La zona nueva de El Tejar cuenta con alguna decoración, pero no la antigua, Valdelagrana, Sudamérica, Costa Oeste, la rotonda de la estación de trenes, o Los Milagros. Pero otros barrios se han quedado sin alumbrado, y se sienten descontentos.
Y el hecho de que el pasado lunes se estuviera decorando, con pequeños motivos colocados en las farolas, la avenida de Valencia, no suple al decorado navideño “que hemos tenido desde hace mucho, mucho tiempo. Parece que hay que cambiar lo que había, para marcar el cambio, y se equivocan”, indica otra vecina, algo molesta por la actitud del equipo de Gobierno.
Por otro lado, hasta el pasado viernes, el Gobierno municipal no comenzó el montaje del árbol de Navidad de la plaza de la Noria. Tras la queja de los ciudadanos mostrada por este medio, el Ayuntamiento ha cambiado el rumbo de sus decisiones. Se trata de una zona comercial “con mucho ajetreo y muchas visitas, como para que no se pusiera decorado, no tiene sentido”, apunta una comerciante.
Pero además, los comerciantes consideran que el decorado de las farolas de las calles Valdés, Antonio Fernández Sevilla y el Camino de los Enamorados, es “insuficiente”, porque no es lo mismo el decorado que cuelga de lado a lado de calles céntricas o la avenida del Ejército, al “pequeño decorado” que se coloca en las zonas citadas, como ocurre en la avenida de Valencia o los alrededores de la estación.
Así, los portuenses y comerciantes entienden que se beneficia a unas zonas por encima de otras, es decir, el centro por delante de la avenida del Ejército y alrededores y la avenida de la Libertad.
En la avenida de la Libertad también se han colocado pequeños decorados en las farolas, “que son demasiado ridículos para lo amplia que es esta avenida. No tiene sentido que se coloquen cosas tan pequeñas. El Ayuntamiento se tiene que plantear otro tipo de decoración”, dice Mario F, sobre todo para que no se sientan infravalorados, con respecto a otras zonas de la ciudad.
En cuanto al centro de la ciudad, la decoración de la calle Larga es “insuficiente y escasa” según los portuenses, que entienden que otras ciudades plantean una decoración “más grande y majestuosa”, porque se supone que es una de las más importantes del centro histórico, así como una de las más transitadas.
En contraposición se sitúa la buena valoración realizada del árbol de Navidad de la plaza Isaac Peral, que no solo llena de vida a los comercios de los alrededores, sino que también gusta a los propios portuenses. Se trata de un árbol gigante que se colocó con el Gobierno del PP y que se ha mantenido y ya “es casi una tradición. Antes tenías que ir a Jerez o Cádiz para verlo, ahora en cambio aquí también podemos disfrutarlo, y eso sobre todo a los niños les hace mucha ilusión”, explica J.M.S.
Otra decisión, ésta no municipal sino privada, que vaoran los ciudadanos, es el hecho de que los distintos centros comerciales de la ciudad, establecimientos de mayor tamaño, e incluso el parque de bomberos, cuenten con luces de Navidad propias, que “se unen así al espíritu navideño que intenta dar la ciudad”.
Otro aspecto negativo es que “la avenida de Europa, o la avenida de Fuentebravía o Sanlúcar, deberían tener también motivos navideños. Y si no se puede, por lo menos que unas zonas no tengan alumbrado y otras sí”, anuncia José L, que entienden que es peor que se puedan hacer comparaciones entre unos barrios y otros.
Por otro lado, las guirnaldas de luces que se han colocado en algunos árboles del parque de la Victoria tampoco convencen. Primero, “porque parecen puestos a salpicones, en unos árboles solo, y en el resto no, y por otro lado, porque no tienen mucho sentido, ahí sin nada alrededor”.
El belén del Ayuntamiento, muy valorado
Una tradición portuense, y que el ciudadano valora de forma positiva, es la colocación del nacimiento que ocupa la puerta principal del Ayuntamiento, que junto al árbol de la plaza Isaac Peral, hacen de este espacio un lugar muy navideño y apacible.
¿Alumbrado de Navidad o Carnaval?
En la calle, la opinión generalizada es que no se entiende el sentido de algunos de los decorados colocados en las calles, como el de Misericordia, que no se sabe si tiene como fin recrear la Navidad o en cambio la época carnavalera.
“Escaso” alumbrado para la calle Larga
Una de las calles más importantes del centro histórico, Larga, cuenta con un alumbrado “pobre y escaso”, según apunta el ciudadano, que entiende que debería ser “más grandioso”, sobre todo por ser de las más transitadas de El Puerto.
El centro, al completo de detalles decorativos
Los portuenses consideran que el centro histórico está completo en lo que se refiere a detalles decorativos. Además, la mayor parte es alumbrado que va de lado a lado de las calles, lo que reclaman comerciantes de otros puntos de la localidad.
