Después de un año de mucho trabajo y cuidado por parte de los mariscadores profesionales que cuidan a diario la Isla, los hermanos Juan y Ricardo Ariza, y de los técnicos de SALARTE que han realizado el seguimiento diario de la colonia, es un hecho que la colonia de espátulas de La Covacha se ha recuperado. Y no lo decimos sólo nosotros, así lo constataban recientemente los técnicos de Fauna amenaza de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio tras dar por finalizada la temporada de control y anillamiento de la colonia.
Citando palabras de Claudine de le Court, experta de prestigio internacional en espátulas y responsable del seguimiento de la colonia, “El éxito reproductor se puede considerar muy alto en La Covacha”. Después de realizar una última visita y realizar un balance final de los procesos de vigilancia y anillamiento, los técnicos daban por finalizado el seguimiento de la colonia 2015, arrojando datos que invitan a la esperanza.
Se censaron un total de 17 nidos, de lo que se estiman 17 parejas nidificantes, con un éxito reproductor de 22 pollos, de los cuales 19 fueron anillados por los técnicos durante las tres entradas que se hicieron a la colonia el 29 de mayo, 16 de junio y el 9 de julio de 2015.
Los datos y en consecuencia el éxito de la colonia sólo nos confirma que estamos en el buen camino, al tiempo que nos recuerda la enorme responsabilidad contraída con la Reserva, sus habitantes, y el Parque Natural Bahía de Cádiz que en su día depositaba su confianza en nuestra ONG para la gestión de este territorio que hoy rezuma vida en toda su extensión.
Y es que además de poder disfrutar del maravilloso proceso de cría de las espátulas, el espectáculo nos permite ver a diario a un mínimo de dos ejemplares de águila pescadora, y ya se comienza a percibir el espectáculo de la migración postnupcial de las aves, apreciando archibebes, garzas reales, zarapitos, gaviotas picofinas y reidoras en pleno proceso de muda de su plumaje nupcial, correlimos zarapitines, charrancitos, fumareles, aviones, vencejos, flamencos, etc.
A la vista de los resultados no podemos más que estar muy satisfechos. Durante las últimas semanas hemos despedido a los integrantes de la colonia en el inicio de su ruta migratoria rumbo al África subsahariana (Senegal, Guinea, Mauritania, etc.) para desarrollarse como ejemplares subadultos y esperar que la crianza en La Covacha les llene de salud para volver a verlos cuando, dentro de tres años, alcancen la madurez sexual y sientan la llamada del zugunruhe o inquietud migratoria, que les indicará cuál es el momento oportuno de regresar al continente europeo para reproducirse y perpetuar su especie. Mientras eso llega, los esperaremos en La Covacha.