Por segundo año consecutivo cantó el grupo de David Campano sobre las tablas del Gran Teatro Falla.
El grupo, que comenzó a oscuras, pronto demostró que la potencia de voces no faltaba, aunque sí escaseó el control de la misma. El primer pasodoble tuvo un marcado color político, en el que no faltó la crítica a Vox después de las elecciones andaluzas.
Al tipo fue la segunda letra: un niño soñaba con su abuelo, pero la duración de la copla invita a la desconexión. A su mujer fue la tanda de cuplés, con el mismo remate en las dos letras. El popurrí se hizo eterno y el público, frío, apenas respondió