Al cuarteto sevillano se le queda bastante grande el pase a semifinales
Si ya fue cortito el pase anterior, el de semifinales se les quedó inmensamente grande. En la primera parodia cambian el personaje de Franco por Nicolás Maduro. Una sucesión de chistes malos que deberían restar puntos en lugar de sumar. Fueron quedando asientos vacíos en el teatro poco a poco conforme trasncurría el repertorio.
Tampoco tuvieron suerte con los cuplés. El primero se lo piden a Carlitos Pérez, aunque se ve que no se los dio. En el segundo van diciendo que cada vez hay más gente, haciendo creer que habla del concurso, aunque se refieren a clase de pilates. Durante el tema libre se escuchaba más ambiente en el ambigú que en la sala. Finalizan la historia esclareciendo que todos estaban en un manicomio desde el primer momento.